Inteligencia artificial y turismo
La IA es, esencialmente, un acelerador de procesos que facilita tomar decisiones y adoptar soluciones con una elevada probabilidad de acierto
Este año en el que inauguramos el primer cuarto de siglo de este Milenio, se intuye intenso intelectualmente y con no pocas sorpresas en sus alforjas.
La propia numeración del año ya apunta maneras: 2025 equivale a 45 al cuadrado; además, 45 es el sumatorio de 20+25, sin olvidar que 45 es el resultado de sumar del 1 al 9. Múltiples combinaciones que, en forma de felicitación, nos llegaban en la transición de Diciembre a Enero, anunciando un año de equilibrios conceptuales.
La Inteligencia Artificial es, esencialmente, un acelerador de procesos que facilita tomar decisiones y adoptar soluciones con una elevada probabilidad de acierto.
Mientras escribo estas líneas, el software del ordenador me está sugiriendo frases y palabras, de la misma forma que Netflix me sugiere películas que me pueden gustar o Watssapp corrige mis mensajes. Para mi ordenador, mi wattsapp o mi suscripción de Netflix, yo soy un código alfanumérico, y las sugerencias que me hacen están también basadas en códigos y vectores…ceros y unos…Netflix no tiene ni idea de si lo que me gusta es James Bond o un florero, pero sí conoce la combinación de ceros y unos más recurrente en mi elección de series o películas. Y suele acertar en sus recomendaciones.
Históricamente, el sector servicios (incluyendo turismo y hostelería) ha sido favorable a potenciar el factor humano y reacio a adoptar soluciones tecnológicas. Lo más probable es que Usted esté en desacuerdo con mi afirmación, pero permítame darle un ejemplo: en el universo de la telefonía móvil, la mitad de la humanidad utiliza Android y la otra mitad utiliza iOS (iPhone), y pueden hablar entre ellos. Vale. En España hay 6,800 hoteles cuyo “corazón de gestion” es un programa informático denominado PMS (Property Management System). Hay más de 100 proveedores diferentes de PMS y “no se hablan” los unos con los otros. Pero todos damos formación a nuestros empleados, actualizaciones, hojas con anotaciones de qué hacer…y nadie quiere cambiar el PMS aunque se quede obsoleto.
Durante este año, comenzaremos a familiarizarnos con los nombres de las “tres grandes familias” de soluciones de Inteligencia Artificial:
- NLP (Natural Language Processing), reconocimiento de la forma habitual en la que los humanos nos comunicamos o percibimos nuestro entorno (interpretacion de imágenes). Algunas aplicaciones prácticas? Traducción en tiempo real de páginas webs, chatbots o clasificación de imágenes de destinos o de platos del restaurante.
- ML (Machine Learning), capacidad de autoaprendizaje del software basada en nuestros comportamientos repetitivos o en búsqueda de patrones en bases de datos masivos. Algunas aplicaciones prácticas? Recomendaciones de productos y servicios basámdose en el análiisis de comportamientos similares…es lo que hace Amazon o Netflix.
- Robots y RPA (Robotic Process Automation), automatización de tareas y procesos en forma de aplicación informática que puede ir asociada a un dispositivo o herramienta. Algunas aplicaciones prácticas? Robots que muevan cargas pesadas (colchones, mercancías en almacén), automatización de proceso de check-in en el hotel o de comandas y pagos en el restaurante.
La Inteligencia Artificial nos ofrecerá de forma progresiva un abanico de posibilidades para incrementar la eficiencia operativa, la satisfacción del cliente, la calidad laboral de trabajadores y optimizar los costes de gestion. Pero, como toda tecnología, somos nosotros quienes tenemos que analizarla, definirla y ejecutarla.
Año intenso intelectualmente, que será en buena medida la base del próximo cuarto de siglo.
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