La clave está en Veedor
Vecinos y hosteleros coinciden en que el cierre al tráfico de esta calle provoca los atascos en la plaza de San Antonio
Los atascos en el parking de la plaza San Antonio vivieron su jornada más ‘gloriosa’ el pasado miércoles. Una situación, entre las 11.30 y las 14.00 horas, que llegó a colapsar buena parte de la ciudad ante las colas que se generaron en la calle Buenos Aires, vía de acceso a San Antonio. El asunto viene de lejos, pero se ha acentuado este verano con la masiva afluencia de turistas. Cuando el estacionamiento se llena, se agrava un problema más que molesto.
Vecinos y hosteleros de la zona coinciden en la causa del embrollo circulatorio: el cierre del tráfico en la calle Veedor. “Eso no ha salido bien y obliga a los coches a salir por Benjumeda hacia la circunvalación del casco histórico. Así, hay más calles con coches, más recorrido. El Ayuntamiento debería abrir Veedor aunque sea solo en verano y permitir otra vía de escape a los coches”, dice Antonio Pérez, propietario del bar La Prensa, en la esquina de San Antonio y Buenos Aires. En primera fila del espectáculo “diario” que suponen los atascos, Pérez asegura que lo del miércoles fue “impresionante”. Según este hostelero “la Policía Local llegó a la una y cuarto y desvió los coches por Veedor. Y todo se arregló”. Los clientes de la terraza de este bar sufren cada día el concierto de los cláxones. “Mucho humo y ruido. Se quejan, claro”, apunta.
Paco, vecino de la zona, conversa en la sombra con varias personas. En su lugar de encuentro, en la plaza justo frente a Veedor, sentencia: “Lo peor que han hecho es cerrar Veedor, que es la salida natural cuando hay una cola de coches”. Explica que cuando no hay plazas en el parking se atascan los coches que quieren entrar, por el acceso junto a la calle Zaragoza, y los que quieren salir, a la altura de la Casa Aramburu. La fila va en aumento y se prolonga hasta la Alameda por Buenos Aires. Una vecina añade que los atascos se forman “antes del almuerzo y por la noche sobre las nueve”. Y señala la entrada por Veedor, con un bolardo que no es precisamente disuasorio y un espacio hasta la esquina del Casino Gaditano “por donde cabe perfectamente un coche”. “Y camiones de reparto que se cuelan”, apostilla otro señor. “Cerrar Veedor ha sido una tontería”, concluye otro hombre, más joven que los tertulianos.
Juan Ramón Alcedo, del Bar El Andaluz, en la esquina de San Antonio con Junquera, se pregunta “¿por qué no abren Veedor?”. Admite que la peatonalización de esa calle “ha sido la clave”, pues “lo que se forma entre las 11.30 y las 14.00 es horroroso”.
Hay consenso en San Antonio. El cierre de Veedor es la causa de los atascos. Volver a liberar el tráfico por esta calle hacia Bendición de Dios o el Parque Genovés es la solución que aportan vecinos y hosteleros.
Horeca pide que se abra Veedor para los taxis
Horeca también se han hecho eco de los problemas circulatorios en la plaza de San Antonio alrededor del parking subterráneo. Horeca lamenta, por ejemplo, que no esté permitido por la calle Veedor el acceso de los taxis, “a pesar de tratarse de un servicio público al igual que los servicios de emergencia”. Estima la patronal hostelera que “habida cuenta de que desde la calle Vea Murguía hacia el Mentidero existe libre circulación de todo tipo de vehículos, solicitamos que se autorice al servicio del taxi acceder a dicha calle Veedor”. Entiende Horeca que de esta manera “se aminora el coste de la carrera a los clientes de los establecimientos de hostelería de la plaza de San Antonio y adyacentes, que de otra forma se encarece”.
Horeca recuerda que con el cierre al tráfico de Veedor “los taxis tienen que recorrer toda la calle Zaragoza, girar en la confluencia con Benjumeda hasta la plaza de Fragela, girando por Ceballos y subiendo para pasar por delante de Veedor para dirigirse a la Alameda”. Este obligado itinerario no hace más que alargar el recorrido de los vehículos por más calles y durante más tiempo, acentuado el tráfico y la contaminación.
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