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El auge del teletrabajo ha revolucionado la vida laboral de las personas, brindando nuevas oportunidades y desafío, algunos de los cuales inciden directamente en la salud, especialmente en la ocular.
Esto se debe a que, generalmente, las tareas telemáticas requieren mucho tiempo delante de dispositivos electrónicos, lo que repercute en la vista que acaba resintiéndose y siendo más vulnerables a lesiones o aparición de patologías.
Las molestias más frecuentes al respecto suelen ser la irritación de ojos, los dolores oculares y de cabeza, el picor de ojos, el deslumbramiento o el lagrimeo.
Por tanto, en estas circunstancias, necesario cuidar al máximo la higiene visual, un concepto que hace referencia a la postura, la iluminación y la distancia a la que se esté mirando, por ejemplo, la pantalla del ordenador. Son técnicas para mejorar el bienestar visual de las personas.
Al respecto el Colegio de Ópticos-Optometristas ha lanzado una serie de consejos para un mayor confort visual.
Así, recomienda que, si se lleva gafas o lentes de contacto, pedir al óptico-optometrista que adapte específicamente unas gafas para el trabajo frente al ordenador, ya que las lentes que se usa habitualmente pueden no ser las más recomendables para la informática. “La pantalla del ordenador suele situarse más alta y a mayor distancia del usuario que un libro, por lo que las gafas bifocales, por ejemplo, no están adaptadas para esa distancia o ángulo de trabajo”, apuntan desde este organismo.
Asimismo, aconseja realizar pausas de quince minutos cada dos horas para que los ojos descansen. Además, cada veinte minutos, es bueno asomarse por la ventana o dirigir la mirada al infinito durante unos veinte segundos para cambiar el enfoque de los ojos.
También recomienda parpadear con regularidad, ya que esto evitará la sequedad ocular, y usar un humidificador o usa gotas humectantes cuando sea necesario.
Otro de los consejos del Colegio de Ópticos-Optometristas es ajustar la resolución y el contraste del monitor. “Cuanta mayor sea la resolución de la pantalla, más clara será la imagen, lo que redundará en un mayor confort visual. Si al incrementar la resolución de la pantalla al máximo, las letras aparecen muy pequeñas, se puede aumentar el tamaño de fuente para compensar. Asimismo, para leer las letras con más facilidad, se debe ajustar el contraste entre los caracteres y el fondo. El brillo del monitor no debe ser ni demasiado intenso ni demasiado tenue”, indica.
Evitar los deslumbramiento y reflejos es otra de las medidas que se debe adoptar. Sobre ella, explica: “Los reflejos en la superficie de la pantalla se pueden minimizar mediante cortinas en las ventanas, interruptores que hagan la luz ambiental más tenue y filtros de reducción del deslumbramiento. Para mitigar los brillos, conviene eliminar las fuentes de luz que puedan encontrarse en la zona periférica y posicionar el monitor perpendicular a las ventanas o a otras fuentes de iluminación intensa. Si puedes ver tu cara o los elementos que te rodean reflejados en la pantalla, también tienes un problema de deslumbramiento”.
También se debe mantener el monitor libre de huellas y polvo, ya que pueden reducir la claridad, y disponer en el lugar de trabajo de una lámpara auxiliar que permita ajustar el foco de luz, “situado siempre por debajo del nivel del ojo para evitar el deslumbramiento. Por esta misma razón, la superficie de los escritorios ha de ser mate”, detalla.
Por último, afirma que conviene revisar el sistema de iluminación del espacio donde se trabaja, especialmente cuando las lámparas parpadean. “De hecho, limpiar las lámparas que estén sucias puede incrementar su eficiencia en más del veinte por ciento”, concluye.
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