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La música es uno de los cuatro pilares sobre los que se asienta el nuevo modelo de Feria del Carmen y la Sal, que tan bien fue recibido por la ciudadanía isleña, visitantes y hostelería en la pasada edición, y esta no iba a ser menos.

A estas alturas nadie duda del papel tan relevante que juegan los caseteros en una feria. Son pieza fundamental y, sobre todo, tienen mucho que decir. No en vano, son voz autorizada que se ha de tener muy en cuenta a la hora de planificar este tipo de fiestas.

Todos los elementos visuales de esta fiesta mantienen una imagen homogénea en línea con su cartel anunciador.

En el siglo XVIII, la Feria se llevaba a cabo mediante la iniciativa vecinal, abarcando feria de ganado de día y velada, a través de casetas y juegos mecánicos de cavallos y figuras en movimientos, durante las noches.

San Fernando da hoy la bienvenida a la segunda edición Feria del Carmen y la Sal, ubicada en el céntrico Parque Almirante Laulhé, conectado al área de atracciones de Caño Herrera por lanzaderas y el tren turístico. Y lo hace con la mirada puesta en “trasladar el rotundo éxito” de un nuevo modelo ferial, inspirado en la iconografía clásica de las grandes ferias de Sevilla, Jerez y Sanlúcar, al futuro recinto del Parque de la Magdalena. “Todos los pasos que estamos dando la convertirán en una de las principales ferias de Andalucía”, afirma su alcaldesa, Patricia Cavada.