“Esperamos reeditar el éxito de la pasada Feria con una versión mejorada”

–¿Cómo ha reimpulsado su Ayuntamiento la Feria del Carmen y la Sal?

–En los últimos 15 años, o incluso más, la Feria había ido perdiendo el interés de los caseteros y afluencia de público, algo que hemos empezado a recuperar en 2022 con un nuevo modelo basado en una estética muy cuidada, una potente programación musical diaria y un menor coste de montaje de las casetas. Planteamos un nuevo estándar de casetas, más pequeñas, pero con amplias terrazas en las que disfrutar de las noches de verano, alejadas del concepto de las grandes casetas entendidas como “comederos”. Este modelo está más cercano al de las grandes ferias, como las de Sevilla, Jerez o Sanlúcar, con una uniformidad estética más atractiva, tanto del recinto como de todos sus elementos. Desde las propias casetas a las pañoletas, farolillos, sillas de tijera o la cartelería y señalética. Además, se han introducido praderas de césped y espacios de sombra en calles cuidadas y más estrechas, que invitan al paseo y a disfrutar de la feria de día. Gracias a todo esto, este 2023 esperamos reeditar el éxito de la Feria del Carmen y la Sal con una versión mejorada.

–¿Qué papel ha jugado la programación en este modelo del que habla?

–Teníamos claro que el escenario del Auditorio tenía que ser una pieza central de la Feria del Carmen y la Sal y que contara con una potente programación de actuaciones diaria, diseñada para atraer por sí sola a distintos tipos de público de toda la Bahía, desde el familiar hasta el más joven, que tiene su propia caseta a partir de una hora de la noche. La Caseta Joven ha sido algo novedoso que ha funcionado muy bien. De hecho, hasta el año pasado la caseta municipal nunca había conseguido atraer al público joven, lo que ahora sí hemos logrado con un horario diferenciado, que permite ofrecer al público familiar la oportunidad de disfrutar de grandes conciertos y espectáculos y, ya durante la noche, dar a los más jóvenes un espacio adecuado a lo que buscan, que además les ofrece seguridad y tranquilidad a sus padres.

En definitiva, con la Feria estamos siguiendo la misma línea que con el que resto de los grandes eventos de la ciudad: mejorar su estética y la calidad de las programaciones. Esa ha sido la clave de éxito de Halloween, Navidad, Carnaval y Semana Santa. Nuestro gran reto ahora es hacer esto mismo con la Feria del Carmen y la Sal.

–¿Y qué acogida ha tenido la nueva Feria entre los caseteros?

–Honestamente, muy buena. El atractivo del propio recinto y la apuesta del Ayuntamiento para reducir los costes han hecho que esta Feria, y tras la experiencia del año pasado, tenga lista de espera. Lo cierto es que, con este modelo, que al principio levantó cierto escepticismo, se han superado todas las expectativas y se ha logrado en la gestión de las casetas que pueda estar representada toda la sociedad isleña: asociaciones, colectivos, hermandades o el sector hostelero.

En años anteriores casi había que ir convenciendo uno a uno, porque nos les compensaba la inversión y carecía de atractivo. Hoy, como le digo, tenemos lista de espera. En parte porque hemos impulsado una reducción en los costes y las tasas, ya que la realidad es que había un cierto desequilibrio. Creemos que el camino es este.

–¿Qué novedades han introducido en la zona destinada a las atracciones?

–Somos conscientes, y asumimos que por las limitaciones de espacio de San Fernando no hemos podido tener un recinto unificado para albergar la zona de casetas y las atracciones. Dicho esto, hemos encontrado el mejor espacio posible, de hecho, ha crecido la demanda para instalar atracciones, gracias al potencial que le suma el hecho de estar al lado de un centro comercial. Se ha acondicionado el espacio y hemos priorizado su accesibilidad con autobuses lanzaderas gratuitos que conectan ambas zonas o el trenecito turístico, que ya de por sí es una atracción más. Esto sin contar con una bolsa de más de 1.200 aparcamientos y la posibilidad de ir dando un paseo.

Además, este año introducimos novedades para hacer de la Feria del Carmen y la Sal un evento más inclusivo. Durante unas horas, y diariamente, se rebajará toda la intensidad acústica de las atracciones, para que los niños y niñas con Trastorno del Espectro Autista (TEA) puedan disfrutar con sus familias un día de feria. Esta era una asignatura pendiente que teníamos y que sumamos a otras iniciativas como, por ejemplo, el Día el Niño y la Niña con una reducción del precio de las atracciones.

–¿Cómo será la Feria del futuro en el Parque de la Magdalena?

–El futuro va en esta línea, aunque una versión mucho mejorada, porque el recinto del Parque de la Magdalena ha sido diseñado al milímetro para este uso. Con arbolado y sombra, algo imprescindible en una feria de día a mediados de julio; con un tamaño y distribución de las calles pensado para albergar las casetas; arquetas, canalizaciones e instalación eléctrica específica; aparcamientos y una buena conexión de transporte público con una parada del tranvía, por ejemplo, en la misma entrada. Trasladaremos a La Magdalena todo el éxito de esta nueva apuesta.

–Con esta hoja de ruta, ¿será la de San Fernando una de las grandes ferias andaluzas?

–Ese es al menos nuestro objetivo, el de convertir la Feria de San Fernando en una de las grandes ferias de Andalucía, al estilo de las de Sevilla, Sanlúcar o Jerez, y en hacer del Parque de la Magdalena un foco de atracción de visitantes. No sólo de la propia ciudad, sino de toda la Bahía de Cádiz y de toda la provincia, y como parte de la gran oferta turística y cultural que ofrece nuestra ciudad en verano.

Creemos que el contexto es magnífico y estamos convencidos de que el recinto del Parque de la Magdalena multiplicará el éxito de este nuevo modelo.