Ojo a las trampas 'on line' del 'Black Friday'

Las ofertas pueden salir muy caras si caemos en las trampas de los ciberdelincuentes

La Policía da unas sencillas pautas para evitar ser víctima de estos delitos

'Carding', 'phishing', 'pharming', 'spamming' y 'vishing' son prácticas habituales de los cibercriminales.
'Carding', 'phishing', 'pharming', 'spamming' y 'vishing' son prácticas habituales de los cibercriminales.
Efe

24 de noviembre 2017 - 10:16

Madrid/Los ciberestafadores tienen marcado en su calendario delictivo una fecha importante, el Black Friday, que atrae a miles de ciudadanos para, a golpe de clic, hacerse con las mejores ofertas on line. Pero, ojo, la Policía alerta de cinco trampas a esquivar para que supuestos chollos no salgan caros.

Carding, phishing, pharming, spamming y vishing dan nombre en inglés a cinco modalidades delictivas que los ciberdelincuentes dominan para tratar de timar en las compras virtuales y que, especialmente aumentan en eventos como el Black Friday, al incrementarse las ventas y las transferencias on line.

Y esa es la razón por la Unidad de Investigación Tecnológica de la Policía Nacional recuerda en víspera de este viernes negro pautas sencillas para evitar ser víctima de uno de estos cinco delitos.

Al sentido común, la prudencia y desconfianza, la Policía aconseja verificar los cargos en la cuenta bancaria, emplear tarjetas prepago o con saldo reducido o conservar el justificante de la transacción para poder reclamar en caso de productos defectuosos o que no se corresponden con lo esperado.

El uso masivo de este tipo de compras ha aguzado el ingenio a los delincuentes con varias estrategias para hacer caer al ciudadano en la trampa del engaño, especialmente a través de cinco modalidades que la Policía explica.

Carding. El cargo fraudulento de dinero en nuestra tarjeta de crédito tras la obtención de nuestras claves, en la mayoría de los casos obtenidas del usuario que se las ha proporcionado al acceder a otra compra falsa.

Una vez obtenidas estas credenciales, el estafador controla completamente la tarjeta para operar con ella libremente hasta que el titular original la anule.

Phishing. Consiste en suplantar la identidad de una empresa, de modo que el delincuente duplica, con apariencia legal, la web de una entidad bancaria o una tienda, por lo que la víctima proporciona sus calves de acceso o al contraseña de su tarjeta.

Para evitar ser víctima de phishing siempre hay que comprobar que la barra de direcciones de internet aparece un candado.

Pharming. Parecida a la modalidad anterior, en esta el estafador suplanta el dominio de una web legal para reconducir al usuario a otra falsa, en la que volverá a robar todos sus datos.

Spamming o remisión masiva de mensajes no solicitados con ofertas publicitarias de cualquier tipo, avisos falsos, cupones descuento u otros ganchos atractivos y, en principio, muy creíbles.

Vishing. Consiste en inducir a una persona a llamar a un número de atención al cliente para lograr una oferta. Si la trampa se realiza a través de SMS se llama SMishing.

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