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El asteroide 2024 YR4 duplica su probabilidad de impacto y el James Webb lo seguirá en abril

El potente telescopio espacial permitirá calcular el diámetro exacto del objeto, un dato esencial para evaluar su riesgo

Confirmado el origen lunar del asteroide 2024 PT5, cercano a la Tierra

Ilustración de asteroides cercanos a la Tierra. / ESA - P.Carril
Susana C. Gómez / Agencias

06 de febrero 2025 - 22:21

El telescopio espacial James Webb seguirá a partir de finales de abril el recorrido del asteroide 2024 YR4, que podría chocar con la Tierra en diciembre de 2032, explicó en Viena el jefe de la Oficina de Defensa Planetaria de la Agencia Espacial Europea (ESA), Richard Moissl.

El asteroide fue descubierto el pasado 27 de diciembre desde el telescopio del observatorio ATLAS instalado en Chile y actualmente existe una posibilidad del 2,2% de que colisione contra la Tierra a finales de 2032, por lo que el Grupo Asesor de Misiones Espaciales (SMPAG, por sus siglas en inglés), que forma parte de la ONU, ha comenzado a vigilar su recorrido.

Este miércoles, las probabilidades de un impacto contra nuestro planeta se situaban en un 1,2%. Este jueves han ido aumentando, primero hasta un 1,9% y, más tarde, han alcanzado el 2,2%, como se puede comprobar en la lista de riesgo Sentry de la NASA, que incluye todos los asteroides cercanos a la Tierra conocidos con una probabilidad superior a cero de impactar contra nuestro planeta en el futuro.

Como precisó Moissl en declaraciones que recoge la agencia EFE, esa "cifra va a cambiar cada día".

La Escala de Turín

El 2024 YR4 se encuentra ahora mismo en el nivel 3 de la Escala de Turín, que clasifica el riesgo de impacto de los asteroides. Ese nivel implica "un encuentro cercano que merece atención por parte de los astrónomos". Además, se sitúan en ese punto los objetos cuyos cálculos actuales ofrecen "una probabilidad de colisión del 1% o más, capaz de causar una devastación regional".

Con todo, la NASA tranquiliza: "Lo más probable es que nuevas observaciones conduzcan a una reasignación al Nivel 0". Pero, eso sí, añade que "la atención del público y de los responsables públicos está justificada si el encuentro se produce en menos de una década".

De producirse ese "encuentro" con el asteroide que nos ocupa, llegaría en menos de una década.

El principal problema con el que se encuentran en este punto los científicos es que no disponen de datos suficientes para afinar su órbita y su trayectoria futura. Precisan de muchas más observaciones para despejar esa incertidumbre y no lo van a tener fácil. El asteroide se aleja en la actualidad de la Tierra casi en línea recta y dejará de ser visible desde nuestro planeta, al menos hasta la siguiente ventana de observación, que llegará a mediados de 2028.

El James Webb entra en acción

Mientras tanto, se ha activado uno de los instrumentos de observación espaciales más potentes con los que contamos, el telescopio espacial James Webb. Así lo confirmó Moissl en un aparte de una reunión de la Oficina de Naciones Unidas para Asuntos del Espacio Exterior (UNOOSA), con sede en la capital austríaca.

Este telescopio, desarrollado por 14 países y lanzado al espacio a finales de 2021, se encuentra a 1,5 millones de kilómetros de la Tierra, justo enfrente del Sol.

Según el experto, James Webb permitirá calcular el diámetro exacto del objeto, un dato esencial para evaluar su riesgo, pues por el momento se desconoce con exactitud su tamaño, aunque se estima que está en el rango de los 40-90 metros. "Tenemos pistas que nos hacen pensar que es un asteroide de composición pétrea, que probablemente mida entre 40 y 90 metros de diámetro, normalmente tirando a la baja", detalló Moissl.

En caso de que se confirmara que su tamaño es superior a los 50 metros de diámetro, "el asunto sería más complicado"; si colisiona en una ciudad o en una zona muy poblada, "esa zona desaparecería del mapa", aseguró el experto alemán. Pero Moissl vaticinó que el escenario más probable es que en los próximos meses se reduzca a cero la probabilidad de impacto contra la Tierra.

Educación y concienciación

La UNOOSA impulsó que 2029 fuera el Año Internacional de Concienciación sobre Asteroides y Defensa Planetaria para sensibilizar a la sociedad sobre la amenaza de los asteroides y reforzar la cooperación internacional en estrategias de protección de la Tierra.

"La educación sobre este tema es muy importante. La gente tiene muchas ideas erróneas sobre asteroides, a menudo por las películas de Hollywood, en las que el fin del mundo es la única opción. Eso genera una preocupación innecesaria", aseguró Moissl.

UNOOSA busca concienciar así sobre la creciente detección de asteroides que pueden suponer una amenaza y los avances en defensa planetaria, como lo demostró la misión DART, de la NASA, que logró en 2022 desviar un asteroide.

A lo largo de 2029 se realizarán campañas educativas y actividades de divulgación con el respaldo de la ONU y de entidades como la Unión Astronómica Internacional. "Queremos educar sobre qué significan esos porcentajes, que un asteroide de 1 metro no es un gran problema, pero uno de 100 metros sí podría ser mucho más serio", concluyó Moissl.

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