El futuro acelerador de partículas del CERN podría ser el culmen de la investigación humana
La nueva estructura será un anillo de 90,7 kilómetros (el triple del actual) que se construirá a 200 metros de profundidad
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ginebra/El futuro colisionador de partículas propuesto por la Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN), con un perímetro tres veces mayor al actual, "podría ser uno de los instrumentos más extraordinarios construidos por la humanidad para investigar las leyes de la naturaleza", aseguró la directora general del centro, Fabiola Gianotti.
Uno de sus objetivos sería "estudiar con todo detalle el bosón de Higgs, la partícula más simple jamás descubierta y a la vez una de las que genera más incógnitas", señaló la máxima responsable del CERN en una rueda de prensa para presentar el estudio de viabilidad del futuro colisionador.
Así será el futuro colisionador de partículas
El futuro acelerador y colisionador de partículas será un anillo de 90,7 kilómetros de circunferencia (frente a los 27 kilómetros del actual) y costará 15.600 millones de euros, según el estudio de viabilidad sobre la infraestructura.
De ser aprobada, se construiría a 200 metros de profundidad (el doble de la del colisionador actual), en principio en la misma zona fronteriza entre Francia y Suiza, aunque debido a su mayor perímetro involucraría un área 11 veces mayor, e incluso podría pasar por debajo del lago Lemán, el mayor de Europa Occidental. Tendrá ocho accesos desde la superficie y cuatro centros principales de experimentación, los mismos que tiene la estructura ahora en funcionamiento.
Elaborado con ayuda de más de un millar de físicos e ingenieros de todo el mundo, el proyecto será estudiado a partir del próximo noviembre por el Consejo del CERN, compuesto por representantes de los 23 países miembros de la institución, entre ellos España, y se espera que hacia 2028 decida si el nuevo colisionador se construirá o no. En caso afirmativo, se espera que entre en funcionamiento en la década de los 40.
El coste del proyecto se repartiría a lo largo de 12 años, comenzando a principios de la próxima década, y aproximadamente un 65% de la financiación provendría del presupuesto anual del CERN.
Aumentar el conocimiento de las leyes fundamentales del universo
Con este nuevo colisionador, la comunidad científica global busca aumentar el conocimiento de las leyes fundamentales del universo a través del estudio de la interacción de las partículas subatómicas e incluso descubrir otras nuevas, después de que en 2012 se identificara en el acelerador actual del CERN el bosón de Higgs.
El programa de investigaciones en el futuro colisionador tendría dos fases, y en una primera, desde finales de los años 40 hasta aproximadamente 15 años después, se colisionarían electrones y positrones para fabricar partículas especiales como el mismo bosón de Higgs, partículas electrodébiles y quarks del tipo top.
En una segunda etapa, en el último cuarto de este siglo, colisionarían sólo protones a una energía de hasta 100 teraelectronvoltios (TeV), mucho mayor que los 13-14 TeV utilizados en la estructura actual, y con ello se espera poder avanzar en misterios de la física actual como la materia oscura.
Cuestiones fundamentales en la física de partículas
Fabiola Gianotti se mostró claramente a favor de la inversión, al asegurar que "no hay otro tipo de experimento que permita aproximarnos tanto a las cuestiones más fundamentales en la física de partículas, una de las partes más desconocidas del modelo estándar".
Michael Benedikt, líder del equipo que ha llevado a cabo el estudio de viabilidad, detalló en la rueda de prensa que el nuevo colisionador tendría que esperar al cierre del actual, previsto hacia comienzos de la década de los 40 de este siglo, antes de funcionar.
Coste alto, pero no imposible
Los responsables de la organización expresaron su confianza en que los países europeos y otros socios que colaboran con la institución, como Estados Unidos, mantengan su actual inversión para permitir estos futuros proyectos, pese al mayor foco actual en otras cuestiones como la defensa continental.
"Los Estados miembros del CERN han afrontado en los últimos años todo tipo de desafíos, como la pandemia, la guerra de Ucrania o los problemas energéticos, pero nunca hubo ninguna voz en el Consejo que sugiriera reducir sus contribuciones", aseguró Gianotti en este sentido. "En un momento de conflictos geopolíticos y otros problemas, sigue siendo importante invertir en ciencia, tecnología, educación y otros valores positivos y de colaboración", afirmó.
Los responsables del CERN expresaron asimismo su esperanza en que EEUU, pese a su actual ola de recortes a la cooperación internacional, no retire su presencia en la institución, en la que trabajan unos 2.000 investigadores estadounidenses de los más de 12.000 en sus instalaciones.
El CERN, fundado en 1954, y su actual colisionador de partículas, abierto en 2008 y donde se descubrió el bosón de Higgs en 2012, buscan responder numerosas cuestiones de la física fundamental para entender mejor un universo del que, según los científicos, aún nos quedan por conocer el 95% de la masa y la energía.
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