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Vamos conduciendo con nuestro vehículo y ponemos el navegador de Google. Un gesto cotidiano que, por ya costumbre, no le damos apenas importancias. Sin embargo, diariamente, se recorren más de mil millones de kilómetros con Google Maps en más de 220 países y territorios de todo el mundo. Cuando subimos a un coche o motocicleta y comienza a navegar, se nos muestran inmediatamente qué camino tomar, si el tráfico a lo largo de su ruta es pesado o liviano, un tiempo de viaje estimado y un tiempo estimado de llegada (ETA). Aunque parece simple, existe mucho detrás de esas herramientas para entregar toda esa información en cuestión de segundos.
Y, llegados a este punto, ¿nos hemos preguntado alguna vez cómo sabe Google Maps cuándo vamos a encontrar un atasco de tráfico o cómo determinamos la mejor ruta para un viaje?
Cuando navegamos con Google Maps, los datos de ubicación agregados se pueden utilizar para comprender las condiciones del tráfico en las carreteras de todo el mundo. Pero, si bien esa información ayuda a encontrar estimaciones de tráfico actuales, no tiene en cuenta cómo se verá el tráfico a los 10, 20 o incluso 60 minutos del viaje. Es por tanto ahí donde entra en juego la tecnología.
Para ello, Google Maps analiza los patrones de tráfico históricos de las carreteras a lo largo del tiempo. Por ejemplo, un patrón puede mostrar que una determinada autovía generalmente tiene vehículos que viajan a una determinada velocidad entre las 6:00 y las 7:00 y a otra velocidad al final de la tarde. Combinando esa base de datos de patrones de tráfico históricos con condiciones de tráfico en vivo, se aplica el aprendizaje automático para generar predicciones basadas en ambos conjuntos de datos.
Durante la mayor parte de los 13 años que Google Maps ha proporcionado datos de tráfico, esos patrones de tráfico históricos han sido indicadores fiables de cómo podrían verse sus condiciones en la carretera; sin embargo, no siempre es así. Desde el comienzo de la pandemia sanitaria de Covid-19, los patrones de tráfico en todo el mundo han cambiado drásticamente.
Se ha podido observar una disminución de hasta un 50 % en el tráfico mundial cuando comenzaron los cierres a principios de 2020. Desde entonces, algunas partes del mundo han reabierto gradualmente, mientras que otras mantienen restricciones. Para tener en cuenta este cambio repentino, recientemente Google actualizó los modelos para ser más ágiles, priorizando automáticamente los patrones de tráfico históricos de las últimas dos a cuatro semanas e ignorando patrones de momentos anteriores.
Los modelos de tráfico predictivos también son una parte clave de cómo Google Maps determina las rutas de conducción. Si se predice que es probable que el tráfico sea denso en una dirección, automáticamente se le buscará una alternativa de menor tráfico. También se considera otros factores, como la calidad de la carretera. ¿El camino está pavimentado o sin pavimentar? ¿Está cubierto de grava, tierra o barro?
Otras dos fuentes de información son importantes para asegurar la recomendacion de las mejores rutas: datos autorizados de los gobiernos y regiones locales y comentarios en tiempo real de los usuarios. Los datos autorizados le permiten a Google Maps conocer los límites de velocidad, los peajes o si ciertas carreteras están restringidas debido a obras o el propio coronavirus.
Entonces, ¿cómo funciona exactamente todo esto en la vida real? Desde Google lo explican más que bien: "Supongamos que se dirige a una cita con el médico al otro lado de la ciudad, conduciendo por la carretera que normalmente toma para llegar allí. Cuando sale de la casa, el tráfico fluye libremente, sin ninguna indicación de interrupciones en el camino. Con las predicciones de tráfico de Google Maps combinadas con las condiciones del tráfico en vivo, le informamos que si continúa por la ruta actual, es muy probable que se quede bloqueado en un atasco inesperado a los 30 minutos de su viaje, lo que significaría perder su cita. Como resultado, Google Maps lo redirecciona automáticamente utilizando su conocimiento sobre las condiciones e incidentes de las carreteras cercanas, lo que lo ayuda a evitar el atasco por completo y llegar a su cita a tiempo".
Así pues, predecir el tráfico y determinar las rutas es bastante complejo pero, lo que está claro, es que desde Google maps seguirán trabajando con herramientas y última tecnología con el fin de evitarnos los atascos y proporcionarnos la ruta que sea más segura y eficiente.
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