El satélite SpainSat NG I, el mayor hito espacial español, listo para despegar

Es el satélite de comunicaciones seguras más avanzado que se ha construido nunca en Europa

El satélite SpainSat NG I
El satélite SpainSat NG I
Agencias

26 de enero 2025 - 22:06

El SpainSat NG I, el innovador satélite que dará un valor añadido a las comunicaciones militares y colocará a España en el selecto club de países capaces de ofrecer servicio a la OTAN, afronta sus últimas horas en Cabo Cañaveral (Florida) antes de ser lanzado al espacio en un cohete Falcon 9, de SpaceX, el próximo día 29.

Se trata del proyecto más importante del sector espacial español hasta la fecha, tanto por su presupuesto como por su dimensión, la innovación que incorpora y la amplia participación de la industria española.

Además, es el satélite de comunicaciones seguras más avanzado que se ha construido nunca en Europa y, probablemente, esté a la altura de los más importantes del mundo, es decir, de los de Estados Unidos, asegura Miguel Ángel García Primo, director general de Hisdesat, el operador de satélites gubernamental propietario del SpainSat NG I.

Desde Denver hasta Singapur

El satélite dará servicio a las Fuerzas Armadas españolas, pero también a la OTAN, gracias a los avances tecnológicos que incorpora, y a países como Estados Unidos, Portugal, Noruega y algunos otros que están próximos a incorporarse.

Hasta ahora solo hay cuatro naciones aliadas que ofrecen comunicaciones seguras por satélite a la Alianza Atlántica al cumplir sus rigurosos estándares (Estados Unidos, Reino Unido, Francia e Italia). Y España se va a incorporar a este restringido club.

Con su gemelo, el SpainSat NG II, que será lanzado al espacio previsiblemente el próximo mes de octubre, sustituirán a los que están en órbita Spainsat y Xtar-Eur.

Es la primera vez que se van a integrar en España satélites de esta dimensión, cuya cobertura de comunicación alcanzará las dos terceras partes de la Tierra, desde Denver (Estados Unidos) hasta Singapur, en el continente asiático.

A 36.000 kilómetros de la Tierra

Con unas dimensiones de 6,7 metros de altura y 2,7 metros de ancho y un peso de casi 6 toneladas, el satélite se lanzará a la órbita geoestacionaria, a unos 36.000 kilómetros de distancia de la Tierra, siendo su vida útil de unos 15 años y operará en las bandas X, Ka y UHF.

El día 9 aterrizó en Florida el avión Antonov que lo trasladó desde Toulouse (Francia), donde fue ensamblado, momento en el que se inició la campaña de lanzamiento en la base SpaceX en Cabo Cañaveral donde se integró en el lanzador y se probó que todos los sistemas funcionaban.

La ventana para el lanzamiento comenzará el día 29 a las 20.34 hora local (02:34 de la madrugada del día 30 en España) y se prolongará hasta las 22:34 horas (04:34).

Aunque en un principio el lanzamiento estaba previsto para el 28 se ha aplazado un día, a petición de SpaceX, por las consecuencias del temporal histórico de nieve que azota el sur de Estados Unidos que ha afectado al transporte de la segunda etapa del Falcon 9, que se trasladaba desde su fábrica en Texas hasta Cabo Cañaveral.

Las condiciones atmosféricas de Florida en el mes de enero son bastante favorables para los lanzamientos, ya que no es época de huracanes, fuertes lluvias ni de grandes tormentas.

Unas antenas únicas en Europa

Han pasado casi cinco años y medio desde que se inició este complejo programa, que, aunque tenía por delante numerosos retos, ha demostrado que el modelo de colaboración público privada entre el Ministerio de Defensa e Hisdesat sigue funcionando perfectamente, señalan los responsables del operador.

El coste total ha sido de unos 2.000 millones de euros, de los que el Ministerio de Defensa ha aportado 1.300 millones y ha contado también con el apoyo del Ministerio de Industria y Turismo mediante un crédito reembolsable, y del de Ciencia, Innovación y Universidades, que ha cofinanciado las antenas activas de transmisión y recepción en banda X.

Precisamente estas antenas, únicas en Europa y desarrolladas por Airbus Defense&Space España, son una de las principales innovaciones que incorpora el satélite.

Pueden definir con mucha precisión el área de cobertura, de tal forma que casi se puede dibujar con un lápiz. Además, con ellas se pueden geolocalizar de forma muy precisa cada una de las señales de tierra.

"Si quieres hacer estas antenas tienes que tener tu propia capacidad, lo que se llama soberanía tecnológica que a su vez te da soberanía estratégica. Y eso no se inventa, se consigue a base de invertir durante mucho tiempo", asegura García Primo.

El satélite está protegido frente al pulso electromagnético que generaría una potencial explosión nuclear en la alta atmósfera y es capaz de geolocalizar todo tipo de interferencias que lleguen desde cualquier punto de la tierra y defenderse frente a ellas.

Un entorno desfavorable

Un consorcio liderado por España (con más del 40%) con divisiones españolas y francesas de las empresas Airbus y Thales ha llevado a cabo el desarrollo y fabricación de los Spainsat NG I y II.

El programa se ha desarrollado en un entorno desfavorable marcado por la pandemia de covid y la guerra de Ucrania que provocó una rotura completa de las cadenas de suministros y duplicó los plazos de entrega en el mejor de los casos cuando no se triplicaron, además de que se incrementaron los precios.

La guerra obligó, incluso, a cambiar completamente algunos elementos del satélite como, por ejemplo, los motores iónicos, que eran rusos y se sustituyeron por otros de fabricación europea.

"No es fácil a medio programa cambiar un equipo por otro". Todo ello llevó a un retraso de un año respecto a las previsiones iniciales pero teniendo en cuenta las circunstancias, "es todo un éxito", subraya el CEO de Hisdesat.

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