Telecinco delimita los principios éticos de sus 'realities' y filtra el 'casting' de violentos y problemáticos
Límites
Mediaset se reserva el veto sobre los participantes ya sean famosos o anónimos, subraya que tiene la última palabra en la lista definitiva y se olvida la idea del "todo vale por la audiencia"
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Mediaset España ha establecido un decálogo sobre comportamiento y condiciones profesionales de los realites que a partir de ahora nutran la programación de Telecinco o Cuatro. De esta forma quedan fijados las condiciones con las productoras y los participantes. A raíz de la denuncia por abusos sexuales, ratificada con sentencia por el juzgado aun con penas cortas, de la edición de GH Revolution en 2017, la dirección de Mediaset ha meditado sobre los riesgos de la convivencia de los realties. Con la nueva dirección se han establecido exigencias y límites.
"Antes de iniciarse la producción del Programa, Mediaset deberá establecer conjuntamente con la productora el carácter que se imprimirá al reality (convivencial grupal, interacción, colaboración, competitividad dialéctica o deportiva, etc.) junto con el objetivo de público televidente al que estará principal y potencialmente dirigido, todo ello con la finalidad de establecer un perfil general de posibles concursantes/participantes y, por tanto, posibles restricciones o requisitos de edad,
físicos, anímicos, curriculares, etc", es el primer punto.
Para evitar sorpresas en antena, la cadena se reserva la elaboración de la lista final de participantes: "deberá ser aprobada expresamente por Mediaset, que tendrá capacidad de veto con base en motivos objetivos y razonables". Es decir, en versiones de famosos la compañía se reserva quiénes intervienen, vetando a los que se alejan de la actual línea editorial.
Un casting mucho más escrupuloso
Para el caso de concursantes anónimos se establece el tercer punto con más precisión: "Todos los integrantes de dicha lista deberán haber sido previamente objeto de un razonable análisis de riesgo, que incluirá, al menos, un examen médico (físico y psicológico) realizado por facultativo especializado, que descarte cualquier tipo de incompatibilidad; y una investigación en el entorno familiar, profesional o social con el fin de descartar comportamientos agresivos o antisociales, dependencias crónicas, etc. Serán descartados todos aquellos aspirantes con antecedentes acreditados de violencia de cualquier índole en los cinco años anteriores al proceso de selección".
Nadie por tanto con antecedentes de violencia podría entrar en la convivencia. Y, por tanto, el proceso de selección se cuida aún más, en manos de las productoras: "Todo el proceso de selección de los participantes/concursantes, así como la verificación del análisis de riesgos anteriormente citado, será conducido por la productora, siendo de su exclusiva responsabilidad; como lo será la recopilación, tratamiento y custodia de sus datos de carácter personal, comprometiéndose al más escrupuloso cumplimiento de la normativa vigente. A tal fin, la Productora se obliga a obtener la autorización previa y expresa de todos los aspirantes a Participantes/Concursante, los cuales, antes de pasar a integrar la lista que será entregada a Mediaset, habrán de ser puntualmente informados de la duración y características del programa; entorno en el que tendrá lugar; los retos a los que serán sometidos; las conductas o comportamientos prohibidos y reprobados; el cuadro de sanciones aplicables; y de todos aquellos
aspectos que razonablemente deban ser informados".
Por tanto la cadena ha de estar informada de todos los detales y de cualquier asunto de emisión, por lo que se evitan contratiempos y crisis no calculadas.
La cadena debe ser informada de las pruebas extremas
Sobre las condiciones extremas a las que puedan ser sometidos los participantes, como sucede en Supervivientes, Mediaset se posiciona y deja de estar vigente el todo vale por la audiencia: "la Productora se compromete a adoptar todas las medidas que sean necesarias y suficientes para garantizar la seguridad y bienestar (en este último caso, dependiendo de las características del programa) de los participantes/concursantes comprometiéndose a poner a disposición de éstos una asistencia adecuada a las necesidades individuales de cada uno de ellos, además de asistencia médica psicológica cuando así lo requieran o cuando, a juicio de la Productora, ésta resulte necesaria o conveniente".
Mediaset se cura en salud sobre los excesos para fabricar conflicto en los contenidos. "La Productora evitará permanentemente que los participantes/concursantes se vean expuestos a cualquier tipo de riesgo excesivo o no debidamente controlado, todo ello en función de la tipología de programa y las limitaciones o características personales de cada participante/concursante".
Y se tiene en cuenta la salud mental de los concursantes, en especial tras su exposición mediática al acabar los programas, extendiéndose la atención hasta dos meses después. "La Productora se compromete a poner a disposición de los participantes/concursantes que así lo requieran apoyo psicológico durante, al menos, dos meses tras la conclusión del programa".
Nada de alcohol en los programas de convivencia
Tras lo sucedido en GH Revolution, la compañía de Telecinco deja clara la responsabilidad en las productoras y su misión de cumplir una convivencia que no se vea amenazada por denuncias de comportamiento ilegal: "la Productora proscribirá expresamente e impedirá o atajará, con todos los medios a su alcance, cualquier comportamiento o manifestación susceptible de ser considerados como acoso o abuso sexual, bullying, discriminatorio por razón de género, raza, nacionalidad, creencia o religión, (iv) consumo de drogas, violencia física o verbal; el consumo inmoderado de alcohol y la utilización de imágenes de los
concursantes/participantes bajo la influencia de éste, y cualquier otro que merezca
la general reprobación".
Se acabaron las fiestas que promueven los comportamientos desatados en Gran Hermano o en La isla de las tentaciones.
"La Productora se obliga a disponer de un equipo humano suficiente en número y preparación que, dividido al menos en dos turnos (diario y nocturno) y dotado de la infraestructura tecnológica necesaria, pueda hacer un seguimiento continuo y preciso de los participantes/concursantes con el fin de que sean cumplidas las recomendaciones de bienestar y asistencia, y detectar cualquier comportamiento prohibido o reprobable y reaccionar de forma inmediata ante el mismo para evitarlo o atajarlo. Con este objetivo, la Productora se obliga a mantener actualizado un protocolo de actuación que incluya unos indicadores o descriptores que permitan identificar y graduar de forma clara los comportamientos prohibidos o reprobables, y se especifique el procedimiento a seguir en cada caso. Los últimos responsables de este protocolo no
podrán ser parte del equipo editorial".
El caso de GH y otras polémicas menores que se han ido produciendo en los realities ya no pueden tener carta blanca e incluso se instala un canal para expresar las denuncias. "La Productora informará de forma inmediata a Mediaset de cualquier incidencia que se produzca en relación con la salud de los participantes/concursantes o con cualquier comportamiento prohibido o reprobable; todo ello sin perjuicio de que el comportamiento en cuestión deba ser puesto en conocimiento de las autoridades competentes, cuando así proceda. En todo caso, Mediaset dispone de un canal de denuncias, totalmente anónimo, de cuya existencia será informado el equipo humano que la productora afecte a la producción del Programa",
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