'Toy Boy' y la Costa del Sol como luminoso plató

Andalucía es un magnífico plató y en el caso de la Costa del Sol hace honor a su nombre para dotar de una singular iluminación a sus escenas. Toy Boy, concebida desde un primer momento para tener a la provincia malagueña como un protagonista más, graba su segunda temporada en estas semanas.

“No sólo es que la serie gane visualmente al rodarse aquí en la Costa del Sol, con esas playas, enclaves de lujo, sino que los personajes beben de la cultura de la zona y cuyas tramas y personalidades serían diferentes de no estar localizada en Málaga”, destaca Lucía Alonso Allende-Aznar, coproductora ejecutiva por Atresmedia. “Cada lugar marca a la serie”, añade, recordando en el caso de Antena 3 reconocidas ficciones como Mar de plástico, Allí abajo o Fariña.

Este éxito internacional de Antena 3 producido por Plano a Plano cuenta con un equipo técnico malagueño de cerca de 40 profesionales. Junto a las cualidades paisajísticas y de escenarios, el potencial audiovisual andaluz recae en sus profesionales, garantía para los rodajes de tantos países que siguen eligiendo el sur. El productor David Jareño, que ya en febrero estaba preparando in situ el rodaje de este continuación. subraya especialmente el nivel de los técnicos andaluces.

La luz malagueña es fundamental para todo el relato, insite Mercedes Canales, directora de arte de la serie.

Al plantel técnico se le suman en el caso de Toy Boy los actores andaluces, como el debutante malagueño Jesús Mosquera, José de la Torre, José Manuel Seda y Adelfa Calvo.

La serie de los clubes masculinos cuenta con Cristina Castaño y la incorporación de Álex González. El respaldo en los rodajes también lo conforman la figuración.

Esta serie de Antena 3 contratará a lo largo de sus nuevos episodios a más de 700 figurantes, cifra que aumentará en estos días. Muchos de esos figurantes en este años son trabajadores en paro, del sector de la hostelería, por ejemplo, y que han encontrado en las grabaciones una fuente de ingresos.

El director, Javier Quintas, expone que la serie habla de poder, de sexo, en un entorno fascinante que escenifica un lujo sutil alejado de barroquismos kitsch.

Todo va sobre ruedas aunque el rodaje de Toy Boy, como tantos, se ve marcado por las estrictas medidas de seguridad de la pandemia. Los profesionales están acostumbrados a ‘convivir’ con estos inconvenientes.