Antena 3 cumple 35 años, esta es la historia de un proyecto que tiene medio siglo
El 25 de enero de 1990 la actual cadena más vista comenzó sus "emisiones regulares" que más bien eran "emisiones heroicas"
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El jueves 25 de enero del 90, a las ocho de la tarde, aparecía la tranquila sonrisa de Miguel Ángel Nieto para anunciar, “sin fanfarrias”, el nacimiento oficial de Antena 3 Televisión. Nieto y Mayra Gómez Kemp estaban llamados a ser los dos primeros nexos con el gran público para la primera cadena privada que se ponía en marcha en España. Ambos fueron las cascabeleras voces matinales de A-3 Radio a principios de los 80. España había cambiado mucho y cuando se encendió el piloto rojo en San Sebastián de los Reyes aquella quimera largamente acariciada por Manuel Martín Ferrand, desde que era becario en Diario de Cádiz, se iba pegar una costalada mediática y financiera. Nieto anunciaba hace 35 años que comenzaban las “emisiones regulares” de Antena 3 aunque más bien eran las emisiones heroicas porque todo el mundo iba aprendiendo sobre la marcha ante los espectadores madrileños y barceloneses. La ampliación hasta Sevilla no llegaría hasta abril y el resto de provincias andaluzas irían sumándose en meses sucesivos. Manejar en realización todo aquello, una parrilla completa, con platós nuevos, era endiablado.
La pionera Antena 3 , que se adelantó por dos meses a Telecinco en una cuenta atrás iniciada tras la concesión del 25 de agosto del 89, trajo novedades a los hábitos ante el televisor. Fue la primera en crear un contenedor matinal para los niños, La guardería, con Rita Irasema, con el animado Antenito; la primera en emitir una teletienda, con el mencionado Miguel Ángel Nieto; en programar un late show al estilo yanqui, JM, con Juanjo Menéndez; o la primera en eliminar la programación infantil por las tardes. Todos aquellos esfuerzos por innovar se vieron en parte frustados porque había que aprender sobre la marcha. Todo eso trajo una crisis a la joven cadena que al poco cambió de manos, en vísperas del 92, con la venta al Grupo Zeta mientras que la pujante radio, la que había insuflado el músculo, pasaba al Grupo Prisa y con ello, la marcha de García y Antonio Herrero a COPE. En la televisión se mantuvo el eje en la producción de informativos y contenidos. La esencia se mantuvo por encima de los cambios y es la razón de ser de la cadena favorita de la audiencia española en estos momentos.
Tantos años aguardando para materializar el proyecto pasaron factura a los primeros directivos de Antena 3. Martín Ferrand había tenido la osadía de dirigirse al Ministerio de Información y Turismo de Fraga, en 1966, para solicitar formalmente una licencia. No recibió respuesta. El régimen de Franco siempre tuvo claro que en nombre del “interés público” la televisión era innegociable. TVE sería durante mucho tiempo "la mejor televisión de España", y Martín Ferrand fue experimentando formatos en la cadena pública. Las ilusiones de periodistas y empresarios de liberalizar el mercado televisivo no pudieron tomar cuerpo hasta avanzada la Transición, cuando empezaron a gestarse castillos en el aire como Teleunión o Teleser, de la Cadena SER pre-Prisa. Fue la dimisión de Suárez la que vino a paralizar un proceso de concesión inminente. El gobierno de Calvo Sotelo aparcó la medida y Felipe González, que desde meses atrás se perfilaba como nuevo presidente, anunció en su programa electoral que el PSOE no iba a permitir cadenas privadas. El juguete único de TVE iba a seguir en manos fieles a la Moncloa, aunque la presión de las autonomías históricas rompería el monopolio.
A falta de pan, Antena 3 (surgida en 1979, con ese 3 que ilusionaba a la elección) fue reuniendo concesiones radiofónicas de UCD y en vísperas del Mundial 82 comenzó a emitir, con José María García como referente tras haber sido despedido de la SER. El proyecto de Martín Ferrand lo respaldaba Javier Godó, La Vanguardia. El accionista principal dio paso a otros socios, como Prensa Española (ABC), para el definitivo arranque. En la segunda legislatura felipista, con recomendación de Europa tras el ingreso en la CEE para eliminar monopolios, después de sonoras críticas internas, empezó a planearse una ley de Televisión Privada. La normativa, que recortaba al 25% la participación en una cadena para fragmentar el control, vio la luz en 1987 y a la meta en 1989 llegaron tres solicitudes: Antena 3, Telecinco (Anaya, ONCE, Mediaset) y el codifcado Canal + de Prisa (Sogecable). Se quedaba fuera Antonio Asensio y su Grupo Zeta, ávido por una concesión que consiguió a golpe de talonario al desguazarse Antena 3.
El fracaso del modelo de programación y gestión de Martín Ferrand y de otros veteranos, como Luis Ezcurra y Luis Ángel de la Viuda, puso a la cadena pionera que ahora es la más vista por la audiencia, en el abismo. En la primavera del 92, Zeta, con el apoyo financiero de Banesto, se iba a hacer cargo del enfermo, mientras Prisa adquiría el control de la Antena 3 Radio que unos meses antes le había quitado el liderazgo a la SER. De aquella Antena 3 que se fue gestando durante más de diez años (de ahí su parrilla envejecida) quedó poco, pero sí toda su esencia fundancional de ser una cadena próxima y reconocible para el público español, familiar y generalista.
Tras el logo de Cruz Novillo de 1982, rojo y blanco, la imagen corporativa, la ‘A’ (silueta de la antena de la sede central) con los colores del banco de Mario Conde, era el símbolo de renovados tiempos, cuando accedieron Pedro Ruiz, Emilio Aragón o Manuel Campo Vidal al frente de los contenidos y Jesús Hermida en los informativos. En 1997 Telefónica desplazó a Zeta y años después, tras el mal negocio de Vía Digital, Planeta, con mayoría de acciones, se hizo cargo de un mastodonte que con el tiempo se fue renovando sin perder sus planteamientos vocacionales, se fusionó con La Sexta y alumbró la actual Atresmedia.
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