Bravo por Juan y Medio
'Lo de Évole' nunca deja indiferente y aún menos con la presencia del almeriense
Jordi Évole, Juan y Medio y el ministerio de la tercera edad
"Sigue igual de tonto", el reencuentro de Juan y Medio con Antonio, el que fuera El Niño del Tambor

Si se crease el Ministerio de la Tercera Edad, qué duda cabe que Juan y Medio sería una de las personas más adecuadas para llevar la cartera. Con conocimiento de causa. En su programa diario en las tardes de Canal Sur, que el presentador distiende con su sabroso sentido el humor ante situaciones que presentan muy poca gracia, subyace un retrato sociológico de toda una generación. La de nuestros mayores, esa que sacó adelante el país, y en la actualidad, con la brecha digital, se ha quedado arrinconada, sobre todo en las zonas rurales. Bajo su apariencia amable, entre risas y bromas, La tarde, aquí y ahora en Canal Sur no trata ni más ni menos que de paliar la soledad que invade las biografías de un sinfín de paisanos anónimos.
La temporada del programa Lo de Évole en La Sexta no pudo en su momento abrir de un modo mejor que con el encuentro con Juan y Medio, un personaje inclasificable y polifacético, que comenzó en televisión haciendo de gancho del objetivo indiscreto de Inocente, inocente y ha llegado a ser el Carlos Sobera de la España oculta, de la Andalucía olvidada. Muy probablemente que esa primera entrega de lo nuevo de Jordi Évole no será superada por ninguna otra de las que estén ofreciéndose.
El encuentro compartido de Juan con el periodista de Cornellá fue, sencillamente, un ejemplo de lo que debe ser la televisión cuando se convierte en algo grande y hermoso; cuando provoca que un crítico de televisión se sienta un privilegiado al convertirse en un prescriptor de delicatesen.
La labor que realiza el almeriense Juan y Medio en Canal Sur, casi sin darse importancia, es mucho más complicada de lo que aparente. Porque él hace sencillo lo más difícil.
Por cierto, que estaría muy bien que el conductor de La tarde ganase la liga de los zascas en la sección diaria de Aruser@s. Lo merece de sobra.
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