¿Cómo se destruyeron para siempre, de verdad, las fotos comprometidas de Lady Di?

Al cabo de los años aparecen fotografías y audios que comprometen al rey Juan Carlos y que habían quedado arrinconados, 'adormecidos', en lo que era una espada de Damocles sobre la figura del monarca emérito. Captados desde dentro, esos documentos estaban en manos que en cualquier momento podían hacer uso de ellos. En el caso de Lady Di y las fotos que hubieran cambiado su imagen para siempre fueron captadas por unos reporteros españoles, en una estancia de la princesa de Gales en la Costal del Sol. Unas imágenes comprometedoras que se pagaron muy bien, pero para que nunca salieran al aire.

Eduardo Sánchez Junco, editor de la revista ¡Hola! llegó a pagar 200 millones de pesetas en 1994 para que quedaran destruidas esas fotos. Un precio desorbitado, récord por una exclusiva para unas imágenes que sólo vieron sus autores y algún potencial comprador y que, importante, fueron eliminadas por completo para que en ningún momentose hiciera reproducción o acabaran en un cajón para ser utilizadas en un futuro. ¡Hola! pagó lo que serían 1,2 millones de euros y al cambio adquisitivo actual cerca de 4 millones de euros para que quedara a salvo Diana Spencer. Como justificó el editor, se pagó esa exclusiva para salvaguardar la imagen idílica y de estilo que proyectaba la que había sido esposa del príncipe Carlos, absoluta reina de las portadas y que en el caso de ¡Hola! protagonizaba 2.000 páginas al año como personaje más seguido y querido.

Diego Arrabal fue el que recibió aquellos 200 millones de pesetas del año 1994, en el segundo episodio de la docuserie Paparazzi de Movistar Plus +, se detalla cómo sucedió todo. La princesa viajó a la Costa del Sol con varias amigas, previo soplo desde el Reino Unido. Los reporteros localizaron el resort donde se encontraba y entre varias cámaras captaron a Diana en relajadas poses de su escapada. Poco antes de marchar al aeropuerto, cuando le quedaban pocas horas para disfrutar del sol andaluz, Lady Di se incorporó para atender una llamada de teléfono y se quedó sin la parte superior del bikini que tenía anudado.

Las fotos hubieran marcado para siempre la imagen de la madre del príncipe Guillermo.. ¡Hola!, que seis años antes había lanzado su exitosa versión británica, Hello!, pujó al alza entre las ofertas que recibió Arrabal. Se barajaba un doble pago, entre los derechos para el Reino Unido y el resto del mundo. La oferta de Sánchez Junco era de las que no se podía rechazar, sabiendo que el trabajo nunca iba a ser publicado.

Para evitar que las fotos quedaran en un cajón archivadas, para evitar cualquier reproducción en el futuro, los negativos, las diapositivos fueron destruidos por el autor delante del responsable de la revista que hacía el pago. Ese material fue introducido en un recipiente de aceite hirviendo, el material quedó así destruido, frito. Nunca saldrían al aire las imágenes del top less de Lady Di y ¡Hola! utilizó el método más expeditivo que se podía hacer en la mesa de un despacho.