Estados Unidos, ese país al que le pasa todo lo malo, pero sólo en las series malas
Robert De Niro es un ex presidente en 'Día Cero', la típica ficción en la que EEUU se prevendrá con sus futuras imposiciones a partir de un apocalipsis imaginario
Netflix rueda en Sevilla la segunda temporada de 'Berlín'
Sevilla, convertida en el escenario de 'The Walking Dead'

Robert De Niro ha encontrado en Netflix un retiro de platino, donde sus ingresos millonarios no se resienten pese a la calidad de las producciones que rueda. Era innecesario que él y Scorsese montaran El irlandés, por ejemplo. Sus tonterías, las de De Niro y de Netflix, se las pagamos el resto del planeta, europeos, mexicanos y canadienses incluidos, a base de cuotas más y más altas. El timo de la estrumpita. Hace ya años que el talismán del director de Uno de los nuestros y Casino se entregó a los títulos más facilones y a las contrataciones de cosas tan simplonas cuyos ingresos amasa como un tipo a la fuga. Lo de Día Cero, su serie de más reciente estreno en Netflix, nos lo podía haber evitado y él se lo podría haber ahorrado. A fin de cuentas, millón más, millón menos...
Día cero es la arquetípica ficción con la que a los estadounidenses, sólo a ellos, les sobreviene el apocalipsis y todo es muy y mucho terrible, en este caso por un apagón informático de sabotaje que origina un caos mortal de catástrofes. Didáctica preventiva para justificar presentes y futuros desmanes.
En Estados Unidos siempre están temiendo que las plagas egipcíacas sobrevuelen sobre ellos, tan nobles y buenecitos, destrozando su mundo poblado por hamburguesas y billetes verdes. Pero en realidad es su país el que lleva décadas de poderío intrigando, sembrando tragedias y extendiendo con sus corporaciones la implantación de su modelo de funcionamiento, pensamiento y vida. Ansiaban por coronarse con la globalización y llegados a ese punto ahora han votado por mayoría por la autarquía, el gigantismo cateto, el expansionismo territorial y el ajuste de cuentas matonista. Europa tiene que reaccionar protegiéndose, protegiendo su sociedad y sus valores que son los que nos han llevado a ser lo que somos, y reforzándonos en todos los aspectos.
También en lo creativo y lo cultural, por supuesto. Nuestra civilización, y el futuro de los nuestros, no puede estar ni un momento más en estos interesados histerismos y en las caprichosas manos estadounidenses. Qué mal aliado. Qué mal ejemplo de país que ahora nos exige vasallaje.
Mientras, se alimentan e intentan alimentarnos con sus terrores favoritos donde ellos, en tantos días cero de ficción (y su auténtico día cero no lo vieron venir) son unos pobres ricos. Nos hacen ver que siempre son los buenos, los que garantizan la democracia y la estabilidad. Montados en sus películas, nos vienen a expresar que ellos son el escudo de todos, porque son víctimas de los oscuros intereses de los demás. Y estamos percibiendo cada vez más claramente, más allá de los altos muros de sus fronteras, con ese clasismo que se masca de forma creciente en sus películas y en sus series taannn estadounidenses, que no es así. Cada vez menos es así. Ya vemos cómo les gusta fabricar sus conflictos y justificar sus reacciones.
De Niro, con su interpretación de manteca de cacahuete, hace de un exasperante ex presidente anciano tipo Biden, extremadamente pijo, elocuente, más falso que los billetes de tres dólares y medio, ayudando a una presidenta tipo Kamala Harris a cargo de Angela Basset.
Mucho Hollywood, mucho dinero de plataforma, para tan poco resultado y tan distante de la actualidad con los verdaderos habitantes de la Casa Blanca. En EEUU de vez en cuando hacen inocular a los suyos, y lo intentan con nosotros, con que viven al borde del apocalipsis. Ay, peligro. Del apocalipsis imaginario, vendido como película (o como malísima serie, como es el caso de Día cero) para justificar sus futuras acciones, sus futuras imposiciones, mientras es el resto de planeta el que sufre realmente los desvaríos de ese imperialismo en todas sus vertientes. El imperialismo estadounidense y el de sus rivales, China y Rusia. Vaya trío de los azores. Matones de los que ya hay que prevenirse. Y no sólo esquivando sus malas series y películas. Qué largo se nos va a hacer este siglo. Y este mes. Solo estamos a día 9.
También te puede interesar
Lo último