Íker Jiménez despide a Rubén Gisbert, el reportero que se mancha con barro para acentuar su dramatismo
El director de 'Cuarto Milenio' espera que el colaborador dé explicaciones sobre su actitud. Gisbert, propagador de ideas violentas, justifica que las manchas eran para unir una pieza grabada con el directo
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Un reportero de los programas de Cuatro de Íker Jiménez, Cuarto Milenio y Horizonte, Rubén Gisbert, se hincó de rodillas este domingo para mancharse más de barro antes de una conexión. El colaborador, que sólo horas antes había dicho del Rey que "era medio tonto como el padre" y que "defiende mentiras", fue pillado por un vecino que lo grababa desde una planta alta minutos antes de que Íker le diera paso y se rebozara los pantalones para dar mayor dramatismo a su relato en plena zona valenciana devastada, en la localidad de Catarroja. Acentuaba asi su aspecto de trabajo cuando el director del programa entiende que durante estos difíciles días ya había hecho una "labor encomiable" ayudando en el cargamento de medicinas y material para auxilio de las familias damnificadas. Íker Jiménez no entiende por qué tuvo hacer eso, ya que él nunca ha pedido sobreactuar ni nada parecido en sus programas.
Rubén Gisbert, abogado de formación, con experiencia en conflictos bélicos y que formaba parte de un equipo puntual de colaboradores, como conocedor del entorno, conectaba, en las condiciones tan complicadas en estos días, para un especial Horizonte de este domingo. Hasta ese momento el colaborador había tenido un generoso trabajo para contar lo que sucedía y entienden desde el programa que todo habrá sido producto del nerviosismo.
El director de Cuarto Milenio lo ha despedido nada más hacerle llegar el vídeo viral. "Tenéis mi palabra de que yo jamás en la vida he obligado a nadie a mancharse, a dramatizar". Íker ha recordado que Rubén es de esa misma localidad desde donde conectó, Catarroja, y le ha transmitido que se ha sentido disgustado y estupefacto por esa actitud. Ha manchado un trabajo que había sido encomiable hasta ese momento.
"No lo sabíamos, nosotros no le dijimos nada", lamenta por esa actitud sensacionalista, "una gilipollez", ha lamentado Íker Jiménez, que valora la reacción de su equipo y de su público, "en un momento de euforia de ayudar" a Valencia, que se refleja en el millón de euros recaudado y un centenar de tráilers desplazados con la ayuda que están reuniendo. "Qué necesidad había", condena Íker sobre Rubén Gisbert, que habría intentado exagerar su imagen de estar al pie de la tragedia.
El aludido ha justificado que se arrodilló para que las manchas de barro fueran acordes con su intervención en directo respecto a un pieza grabada que se estaba emitiendo. Lamenta que estuviera tan vigilado antes unas imágenes que, según Gisbert, han dado pie a un equívoco.
"Va en contra de mi ética profesional, contamos lo que vemos", zanja Íker, que no quiere que su credibilidad se vea afectada y que entiende que sus detractores intentarán manchar con ese vídeo la imagen de sus programas.
Horizonte ya se había visto envuelto en la polémica por las palabras de otro colaborador, Ángel Gaitán, que se declaró "facha" por ayudar de forma incansable a los valencianos en estos dias mientras mantiene abierto su negocio, un taller mecánico, en Madrid. Gaitán le ha dejado un recado a Gisbert y a aquellos que le querrán relacionarle con su lamentable actitud. "Debió quedarse de rodillas", le recomienda.
Íker Jiménez también ha sido trending topic por sus fatalistas pronósticos sobre víctimas en el aparcamiento del centro comercial Bonaire. Por ahora, al desalojar parte del agua del parking, no hay ninguna víctima, por fortuna.
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