El nombre francés de la próxima borrasca (que debería esquivar la Semana Santa)

Los pronósticos de la Semana Santa 2025 se van perfilando y, a lo largo del mapa andaluz se observa que en estas estimaciones a una semana vista que las celebraciones cofrade se enfrentarán en los primeros días, del Viernes de Dolores al Martes Santo, a una inestabilidad con riesgo de chubascos a lo largo del día. Frente a un 2024 donde toda la semana asistió a copiosas precipitaciones que impidieron la inmensa mayoría de las salidas procesionales, de cara a este año en principio se pronostica que desde el Miércoles Santo hasta el Domingo de Ramos el tiempo soleado prevalecerá.

Como ha señalado el meteorólogo Roberto Brasero, hombre del tiempo de Antena 3 y Onda Cero Radio, en una primavera con más lluvias y humedad de media que las de años anteriores, el riesgo de lluvias es mayor y, sobre todo, en la posibilidad de nacimiento de borrascas en el Noroeste, Golfo de Cádiz y, especialmente por su carácter de imprevisión, en el Mediterráneo. Las lluvias del próximo fin de semana no parece ser de intensidad y para días sucesivos no se aprecian aún génesis de procesos de gran inestabilidad.

Todos confiamos en que el buen tiempo respete las fechas señaladas para disfrute de todos. En el calendario de borrascas tras el cruel paso de Nuria, que dejó víctimas mortales en Coria del Río, la siguiente borrasca de Europa Occidental llevaría un nombre masculino con inicial en O. El nombre elegida por los institutos meteorológicos para señalar la próxima borrasca recibirá un nombre francés de hombre, Olivier. Así se llamaría esa siguiente gran inestabilidad que al menos con las actuales previsiones debería esquivar la Semana Santa y adentrarse en el mes de abril como mínimo.

Como insiste Roberto Brasero estamos en un período de sucesión de borrasco con más frecuencia y virulencia que en otros años. En 2025 casi se podría agotar el abecedario de nombre de este proceso.

La AEMET informó en su momento de cómo se llamaría esas borrascas sucesivas. Tras Martinho (portugués) y Nuria (español), a Olivier le sucedería Pauline y a ésta un nombre masculino que evoca a un popular jugador de fútbol, Rudiger.

Salma o Timothee serían los nombres de otras génesis de grandes precipitaciones y vientos que podrían hacerse conocidos por su existencia en tormentas del próximo verano, como explicaba a este periódico Brasero.