Hay una pesadilla peor que la del Mosto Tejero
Salvando restaurantes
El jueves próximo Alberto Chicote visita en la localidad de Rota el mexicano Pepe's Cantina, con un padre y un hijo a punto de llegar a las manos
La provincia de Cádiz entra con justicia en Lonely Planet y la gastronomía gaditana vive su momento histórico más espléndido, a través de Ángel León y chefs que han trabajado con él. Y pese a este panorama tan fructífero de dar de comer muy bien, Pesadilla en la cocina tira de nuevo de las orejas de la hostelería del sur.
El Mosto Tejero, a las afueras de Jerez, con que se inició la temporada dejó el listón muy alto (o muy bajo) según se mire, por el poco esfuerzo de sus integrantes para remontar en el negocio pese a las indicaciones del restaurador de La Sexta. En el caso de Tejero dos de sus trabajadores llegaron a las manos para mayor vergüenza del panorama. Pese a la reforma y la reorientación de la carta Mosto Tejero acabó cerrando antes de emitirse el programa, que se grabó en la primavera de 2018. En la competencia aún se sorprenden cómo se llegó a esa situación.
Las siguientes entregas de Pesadilla en la cocina no llegaron a los extremos de los jerezanos. En Paiporta, Valencia, se recuperó un local que cambió de manos tras el empresario incompetente y explotador que salió en el programa. Este establecimiento sigue adelante, como El Jardin del Pensador de la localidad cacereña de Plasencia, donde un dueño blando y despistado no ha sido obstáculo al final para que el equipo siga adelante. Y en la última entrega, con un food truck barcelonés, El Submarino, su propietario ha seguido adelante y le va bien, busca socio, pese a que quiso desprenderse de su local móvil antes de la visita del espacio de Warner en La Sexta.
Pero lo del próximo jueves va a superar a Juan Tejero y de nuevo queda en evidencia los modos de determinados hosteleros andaluces. Alberto Chicote visita Rota para salvar un local mexicano, Pepe's Cantina, en el centro de esta población gaditana, donde se encuentra una de las bases estadounidenses en nuestro país.
José, que da nombre al local, se presenta como el pionero de la restauración mexicana en Ámsterdam pero su nivel culinario sobre el país azteca deja mucho que desear, tal como comprobará el de Pesadillaen la cocina.
María, la camarera, es una joven sufrida que tiene que lidiar con un jefe chapucero, que se niega a recibir consejos y cuenta con una cocina llena de trastos feos y antiguos y sin visos de mejorar.
Lo peor de esta entrega vendrá con el enfrentamiento del dueño con su propio hijo José Carlos, con el que estará a punto de pegarse.
La nueva carta será un desafío imposible para este trío de la cantina. La fusión de la cocina gaditana con la mexicana no ha prendido, según se desprenden de los comentarios en las redes sociales.
El local de Pepe's está abierto un año después de la grabación y la reforma estética al menos le ha servido para aguantar entre la competencia roteña. Chicote se presta de todas formas a una de sus experiencias más difíciles en este programa que aún es capaz de seguir sorprendiendo.
Comentarios de Pepe's Cantina
En Tripadvisor ya barruntan comentarios de la cantina cuando fue visitada por el programa de televisión, aunque también hay críticas favorables
"Hemos estado varias veces, y siempre ha sido la kisma historia: servicio malo malo. Contratan a personal no cualificado, y el dueño en la cocina sudando encima de los platos.
Las dos últimas veces que hemos ido nos hemos tenido que marchar a los 40-50 minunos sin un plato servido".
"Comida muy buena pero un trato pésimo por parte del dueño. Estando el local vacío sólo con dos mesas ocupadas no nos quiso atender por ser ocho personas. No recomendable por el trato".
"Auténtico mexicano que nada tiene que ver con la típica comida tex mex de las grandes cadenas. Platos abundantes y muy buena calidad-precio".
"Mi familia y yo llevamos 6 años o más viniendo a este mexicano, siempre nos ha encantado y siempre hemos pedido unos nachos especiales para compartir y una quesada de pollo para compartir entre 2 personas y nos hemos ido llenos.
Hoy sin embargo, hemos pedido lo mismo y hemos tenido que pedir otro plato más para compartir.
Nos han puesto en los nachos menos cantidad, menos queso y menos carne. Y en la quesada menos arroz, menos frijoles y por dentro tenía mucho menos cantidad.
Le hemos preguntado al dueño y en vez de sernos sinceros después de conocernos de venir tantos años, nos ha dicho que los platos siguen siendo los mismos.
Después de esperar media hora por los nachos, media hora por las quesadas y media hora por los tacos.. vemos que la cantidad no son las mismas y que el precio sigue siendo el mismo
Es la primera vez en tantos años que no nos vamos llenos ni contentos, una pena"...
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