Carlos Jesús, Arús y el señor que manda en RTVE
Roberto Brasero y su sufrimiento de la apnea, "no depende de la capacidad..."
Entrevista
El meteorólogo hace balance de su participación en 'El Desafío'
Roberto Brasero aclara a este periódico el día que tendremos un pronóstico sobre la Semana Santa
¿Una Semana Santa lluviosa como en 2024? Esto dicen los datos climatológicos

Al talaverano Roberto Brasero le asedian en estos días sobre el tiempo que hará la Semana Santa y en una primavera como la actual, donde las borrascas parecen ir en fila y la inestabilidad es más acentuada, todo pronóstico más allá de una semana no es un dibujo sobre el mapa, sino “un brochazo”. El meteorólogo más popular de Antena 3 comenzó en 1998 en Telemadrid incorporándose a la sección en 2000, lo que le abrió las puertas de su actual cadena hace veinte años, destacando por su estilo de proximidad y hacer amena la divulgación. También es la voz de las lluvias y el sol en Onda Cero. Este padre de cuatro hijos, este hombre del tiempo sin apenas tiempo, buscó margen para sumarse a El Desafío con Victoria Federica, Susi Caramelo y el ganador de esta edición, Gotzon Mantuliz. El Miércoles Santo publica libro.
–Ha cumplido años en esta semana. Está en forma y no para. ¿Cómo tuvo la temeridad de meterse en El Desafío?
–Cuando veía con el resto de compañeros la final recordaba que se grabó el 31 de mayo del año pasado y que fueron tres meses intensivos. Después del programa nos hemos seguido viendo porque fue una convivencia muy estrecha. No sé ni cómo cumplí con esa participación. Llegaba a los ensayos a las tres de la tarde, sin comer. Si tenía pruebas especiales, como la de apnea, tenía que ausentarme del informativo de ese día.
–No era cuestión de llegar estresado.
–En la prueba de apnea tienes que estar concentrado y a mí no me servía de nada la relajación previa. Recuerdo que lograba relajarme de verdad apenas unos minutos antes. Al entrar en el agua te entra la tiritona, porque está más fría de lo que parece. Sucede también con las pruebas con fuego, que tienes frío por el gel con el que te impregnan. No sientes las llamas sobre el cuerpo, vas sin respirar, pero en mi caso tragué el humo y lo pasé mal.
–¿Se tiene una semana entera para ensayar?
–Comienzas el lunes a prepararte. El programa te permite todo el tiempo que requieras, lo que puedas, con gente que te ayuda. El viernes se hace un ensayo general previo y por la tarde se graba casi como en falso en directo, del tirón. Durante los fines de semana masticas lo vivido y lo que te espera en la prueba siguiente y por eso son tres meses casi sin descanso.
–¿La prueba de apnea es tan legendaria desde dentro como parece?
–Es más dura aún de lo que parece. Y la duración depende más de tu fisiología que de tu capacidad pulmonar. Sufres contracciones, convulsiones contra las que luchas y por eso hay mucho de fuerza mental. Rosa López, que tiene el récord, no es por su capacidad en la respiración sino por las condiciones de su cuerpo. Hay que tener capacidad de sufrimiento. La cabeza te dice sal de ahí y el cuerpo te lo dice con arcadas. El coach, Juandi, te va vigilando y sabe cuándo sacarte por tus señales. El Cordobés forzó y dijo que en la alucinación se encontró con su abuela.
–¿Cuánto hacía usted?
–En los entrenamientos yo llegué a los cuatro minutos, pero en el primer ensayo en la cubeta no llegué ni al minuto. En la grabación del programa cogí menos aire de lo previsto y me quedé sobre los 3 minutos y medio. En la cuenta atrás me relajé y sabía que podría haber llegado a los cuatro.
–¿No hay más agobio cuando son pruebas de habilidad, de esas endemoniadas?
–En El Desafío tienes que dominar las frustraciones cuando las cosas no te salen por mucho que lo intentas. Pero también te frustras cuando lo haces bien y no te lo valora el jurado, como me pasó a mí con la orquesta. Lo hice perfecto y quedé penúltimo esa noche.
–¿Tienen contacto con el jurado para hablar con ellos?
–Durante la semana ellos están al margen, pero el viernes están encima desde primera hora. El productor, Jorge Salvador, nos adviritió al comenzar que tarde o temprano cada uno de los participantes termina enfadándose. “Ya estáis avisados”, nos recordó. Esos enfados contigo mismo o contra el jurado forma nparte del juego. El enfado más grande, ese de la orquesta, me duró día y medio. Ya el domingo por la tarde sabes que tienes que regresar y volver a darlo todo.
–Pensamiento positivo.
–Sí, porque notas que participas de cosas muy bonitas, de cosas que quedan para la posteriordad. La experiencia de estar en El Desafío compensa todo lo adverso, aprendesa sacar lo mejor de todo.
–¿Y cómova a estar el tiempo en Semana Santa?
–No se puede dar un pronóstico fijo. La previsión general es que estamos en una primavera con lluvias por encima de la media. Hasta hoy domingo no podemos vislumbrar la tendencia aproximada. La borrasca de estos días, Nuria, originada ante el Cabo San Vicente, una semana antes no aparecía. Hay probabilidades de encadenar borrascas y las que surgen en el Mediterráneo son aún más imprevistas. Entiendo la preocupación de las hermandades pero con esta inestabilidad un pronóstico certero no se puede tener hasta apenas un día antes.
–¿Influye la luna en esta inestabilidad primaveral?
–La Semana Santa llega con la luna llena, pero la luna no interfiere para nada en el tiempo. Eso sí, este Miércoles Santo se produce un fenónemo: sale a la venta mi tercer libro Pequeña historia del clima, de Espasa, divulgativo, con muchas ilustraciones, para explicar el calentamiento global.
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