El utrerano Montoya, viaje de ira en 'La isla de las tentaciones', si no sabes torear...
El concursante se ha convertido en protagonista indiscutible del programa de Telecinco
La preocupante reacción de Montoya en 'La isla de las tentaciones' después de ver imágenes de Anita Williams
Anita Williams abandona la hoguera de 'La isla de las tentaciones' tras un desaire de Montoya
...Pa que te metes. Pero este concursante de 30 años sabía dónde se metía: entre las dos villas de tentadores de Telecinco. Salió trasquilado de momento y su camisa rota con su cara desencajada ante el televisor, auxiliado por sus compañeros ante el disgusto, se ha convertido casi en un óleo televisado que pasa a la historia del 'arte' y del engaño en la televisión. Montoya, José Carlos Montoya, cuya rima ya habrá dado días de gloria en Cádiz, es el personaje del momento.
Este participante de Utrera antes de dar con el rostro en la playera arena dominicana ya había participado en El Conquistador, el fugaz proyecto de La 1, y en Mujeres y Hombres y Viceversa, donde coincidió con Carmen Saavedra tronista que luego se convertiría en una conocida tentadora en otras ediciones del programa de Sandra Barneda.
Montoya, el muchacho que musita sus sinsabores aunque lo está disimulando mal, es recepcionista en un hotel y siempre que puede da rienda a lo que más le gusta: echarse un cantecito. Es el rey de la rumba utrerana. Y ahora emula a Usain Bolt con sus carreras por las planicies caribeñas.
El chiquillo es un cuadro y quien le está haciendo sufrir mediante vídeos de camas y movimientos anatómicos es su novia, una participante catalana, Anita Williams, de 26 años. Su bonita historia de amor, con carácter lorquiano en estos momentos, nació tras El Conquistador, que fue un fracaso. No el amor, sino el programa. Pero ellos lo enmendaron con sus arrumacos y diez meses después de pasarlo mal por tierras americanas ahora lo pasan peor aún. O mejor, depende. Están en La Isla de las Tentaciones, no en La isla del retiro espiritual, La isla del ya verermos o La isla de todos nos vamos a portar bien, quillo.
Y de "no nos dejes caer en la tentación" Anita no es de sus frases favoritas del Padrenuestro, vistos sus acercamientos con los tentadores. Acercamientos que, claro, escucen un poquito a Montoya. Su novia se vuelve loca con las rimas de Bécquer. "Salta la gamba, salta la gamba", estribillea su aún pareja, a quien ahora habrá que comprobar que, por lo visto, no ha dejado ocioso a su mejor amigo.
¿Qué ha pasado hasta ahora? Ya desde el primer momento Anita estaba encantada con recibir el collar de favorita a cargo del tentador más vacilón del hemisferio occidental, Manuel.
En la hoguera le pusieron las imágenes a Montoya, que se lo tomó un poco regular al verla encamada y recibiendo besos y lametones. Montoya desgranó un discurso que no va a pasar a la historias de los maestros de la elocuencia. Todo un drama, chúpate esa Tennessee Williams. Tras asistir a la traición, la novelera Barneda no pudo atrapar al utrerano, que sin camisa salió despavorido. Cuando Barneda fue a visitarlo al cuarto el muchacho estaba todavía muy alterado.
El personaje de Ansiedad que tenga en el coco Montoya va a más en esta película, el pobre. En cada hoguera tiene un motivo para irritarse sobre Anita. Eso está llevando a La isla de las tentaciones 8 a sus mejores datos de audiencia recientes, porque Fani y Christofer parecen de una novela luterana ante la actitud de esta pareja de raíces utrerana. Montoya, si no sabes torear...
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