Diego Vázquez y Enrique Toro firman lo más destacado en el festejo de Paterna del Campo
Toros
Dos orejas le cortó el de Hinojos al buen eral que abrió plaza y dos y rabo logró el de San Juan del Puerto ante el cuarto de la tarde, ambos novillos de Las Monjas de vuelta al ruedo
Paterna del Campo/Diego Vázquez y Enrique Toro, a la sazón los dos novilleros onubenses del cartel anunciado ayer domingo en Paterna del Campo, culminaron lo más relevante de una mañana lluviosa y con lleno en los tendidos. Un festejo en el que también tuvo relevancia un encierro de erales muy bien presentados y de buen juego con el hierro de Las Monjas con dos novillos, primero y cuarto, de vuelta al ruedo.
Expectación también con mucho partidarios de los toreros de la tierra que dejaron una imagen de buena entrada en el tendido.
El más destacado triunfador del festejo resultó ser el sanjuanero Enrique Toro quien frente a un eral cuajado casi en utrero supo medir distancias, temple y valor con el que dejar constancia de unas maneras de mucho calado para entender la condición de un excelente oponente y darle respuesta por ambos pitones en una labor de mucha sabiduría torera. Tanta como el valor sereno que derrochó en la estocada que culminó su actuación y que le valió las dos orejas y rabo de su oponente.
Por su parte Diego Vázquez fue otro de los triunfadores de la mañana vivida en Paterna cuajando también una de las faenas más rotundas y conjuntadas de cuantas le hemos visto. Por ambas manos llevó muy toreado al eral que abrió plaza al que también cuajó de capote. Vázquez estuvo sobrado ante una embestida franca y de mucha calidad que aprovechó para dejar sensación de torero con oficio y solvencia. Estocada contundente y de mucha entrega que llevó a sus manos los dos primeros trofeos de la mañana.
Álvaro Rodríguez, sustituto del anunciado Ángel Delgado puso empeño y afán por encima de esas volteretas ante un complicado eral que terminó por propinar una auténtica paliza al novillero que se atrancó con los aceros de matar siendo silenciado. Por su parte Ignacio García terminó cortando una oreja tras una entregada y valiente labor ante un complejo eral que le dejó una seria voltereta que no afectó en nada al ánimo del novillero que prosiguió tesonero una lidia que rubricó con una letal estocada.
Ángel Pérez Mariscal terminó poniendo empeño ante la lidia del picajoso añojo que cerró plaza.
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