Manzanares y Aguado, a hombros

Toros en El Puerto

Manzanares cobró tres trofeos desorejando a su segundo y Aguado sumó una oreja de cada toro.

Cal y arena de Morante, que hizo soñar con su primero y enfadó al público en su segundo.

Imágenes de la corrida de toros de Morante, Manzanares y Aguado en El Puerto

Pablo Aguando y José María Manzanares saliendo a hombros en la Plaza Real tras la corrida que ponía punto final a la temporada de verano
Pablo Aguando y José María Manzanares saliendo a hombros en la Plaza Real tras la corrida que ponía punto final a la temporada de verano / Germán Mesa
Francisco Orgambides

11 de agosto 2024 - 08:42

DECÍA El Gallo lo de que lo que no puede ser, no puede ser y además es imposible y sin embargo ayer en  El Puerto habría que poner en cuestión tal principio general del toreo. Los Morantistas, camino de la  plaza, conjuran el abracadabra del  “Hoy va a ser”. Pero no pudo ser,  aunque pareció que iba a ser.

Sin embargo con Manzanares, parecía  que no iba a ser con un manso rajado que huyó del caballo, y fue posible el triunfo. Y con Aguado pudo  ser porque el torero quiso mucho  que fuera y le cortó una oreja a cada uno de sus toros. Nada hay previsible en los alberos de Dios, astro, sol, luz, elemento o como se llame la divinidad de la creencia de mi 

querido lector. Ayer creíamos en los duendes e incluso vimos como le soplaban en  la nuca a un Morante que en su primero dormía las muñecas en un mecido interminable con el percal.  El toro cobró dos puyazos porque  en el primero tumbó al caballo por los pechos quedando atrapado el picador Iturralde. Los duendes se portaron y no le pasó nada y su soplo duró hasta el inicio de faena de Morante. Qué cosa más bonita. No  tengo palabras. Pero el toro, ya sin fuerzas, se defendía rebrincado, remiso y molesto hasta soltar por fin la cara. Eso sí, ahí quedó un natural que duró medio pasodoble. Pudo ser pero no fue. Con su segundo Morante supo que tampoco iba a ser y además que 

era imposible, y tiró por la calle de la amargura, que es por la que transitan los morantistas cuando se enfadan. Comoayer. Lo despenó feamente y a otra cosa, que una bronca dura cinco minutos. Cuando saludó al presidente elusía olvidó la imparcialidad y devolvió el saludo con gestos negativos. Ni que hubiera pagado. 

El titán fue Manzanares que cuajó una faena importante con su segundo, de Jandilla. Frente a su primero de la suelta había estado bien, queriendo y pudiendo. Fue un toro que bajó la presencia del envío que no tuvo entrega en la brega y que fue manejable en banderillas. Tras los tanteos de Manzanares le cujó una serie por la derecha. Luego vino un laborioso pasaje en el que el toro perdía las manos y Manzanares empujaba afanoso hasta ligar la tanda con más decisión del espada que entrega del toro.

Oreja de El Puerto de premio al esfuerzo. Pero con el quinto fue lo que precía que era imposible. Un manso que huyo del caballo y se rajaba en la brega. Pero fue importante en la muleta donde lo cuajó Manzanares con series tersas y templadas sobre ambos pitones y poderosos pases de pecho. La faena del abono que levantó al público de sus asientos. 

Dos orejas con fuerza. Mucho quiso en su lote Aguado. Su primero, reservón, midiendo, reponiendo y con evidente peligro fue un problema que abordó con valor y decisión cobrando una oreja. Pareció hasta un milagro que hiciera sonar la música al natural. Con su segundo nos hizo soñar con sus luminosos lances templados y sedosos, en el galleo al caballo y con los ayudados por alto iniciales. El toro tenía nobleza pero sin entrega ni poder, protestando para, de nuevo, convencer Aguado al público con su muleta, cobrando el trofeo que le abría puerta grande.

Plaza de toros de El Puerto última corrida de abono

Ganaderías: Tres de El Freixo, primero, segundo y sexto, y tres de Jandilla. Más desiguales los de El Freixo,  el segundo justito, que los jandillas. De juego, noble pero rebrincado el primero, que se defendía sin fuerzas; no terminó de entregarse el segundo; con peligro el tercero; sin clase y áspero el cuarto; importante en la muleta el rajado y manso quinto y noble pero sin entrega el sexto, 

Matadores:

Morante de la Puebla con terno nazareno y oro, pinchazo y corta travesada tendida Ovación y saludos y medio sartenazo atravesado en lo negro y descabello. Bronca

José Mari Manzanares vestido de corinto y oro, estocada traserita atravesada oreja y corta atravesaditados orejas. Salió a hombros

Pablo Aguado de Rioja y oro, estocada oreja y estocada oreja. Salió a hombros 

Incidencias: Tres cuartos de plaza con levante y calor. En el segundo toro la banda estrenó el pasodoble “Aromas de 

Manzanares” de Paco Cepero. Monterazo en el primero tras parear de Joao Ferreiro.

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