Magallanes, Elcano... pero también Espinosa

La primera vuelta al mundo fue un éxito de la Armada española logrado hace cinco siglos y que tuvo muchos protagonistas además de Fernando de Magallanes y de Juan Sebastián de Elcano. Uno de esos héroes a los que la historia no ha dado el protagonismo que merecía es Gonzalo Gómez de Espinosa, quien zarpó de Sanlúcar de Barrameda en septiembre de 1519 como alguacil de esta flota y que terminó siendo el último comandante de la Trinidad, la nao capitana o buque insignia de esta expedición española a la Especiería.

Resaltar la figura de Espinosa, sacarlo del anonimato, hacerle justicia a todo lo que aportó a esta flota de las especias y ponerlo a la misma altura de Magallanes y de Elcano han sido los objetivos principales que se ha planteado en su último libro Tomás Mazón Serrano (Alicante, 1975), de profesión ingeniero técnico de obras públicas, autor de la página web rutaelcano.com y considerado uno de los grandes expertos en la primera vuelta al mundo.

El último libro de Mazón, que saldrá a la venta el próximo 1 de septiembre, se llama Espinosa, el último capitán de la vuelta al mundo y ha sido publicado por Ediciones Encuentro. En él Mazón no sólo repasa el importante papel desempeñado por Espinosa en la flota comandada por Magallanes sino que aporta datos de interés sobre cómo llega este burgalés de Espinosa de los Monteros a la Corte de Carlos I y, en especial, todo lo que le aconteció tras el fracaso del tornaviaje de la Trinidad por el Pacífico.

Espinosa, posiblemente el primer miembro de la flota de las especias a quien conoció Magallanes, era el primer espadachín de esta expedición, lideró la mayoría de incursiones en tierras extrañas y enfrentamientos bélicos que hubo, y terminó asumiendo el mando junto con Elcano para llegar a las Molucas. Posteriormente, tras tener que separarse ambas naves, intentó sin éxito el tornaviaje, siendo detenido por los portugueses al regresar a la Especiería. Ahí inició un periplo de cinco años de cárcel en cárcel hasta que Portugal, ante las presiones del rey de Castilla, le liberó en 1527. Ya en suelo español Espinosa continuaría otra odisea que es otra de las aportaciones que realiza Mazón en este nuevo libro.

La última obra de Tomás Mazón, que hace dos años ya publicó otro libro titulado Elcano, viaje a la historia, tiene el mérito de haber hallado documentos inéditos que datan de hace cinco siglos, con la dificultad que ello entraña. Además, con mucha sinceridad va detallando los datos biográficos de Espinosa que no existen o con los que no ha podido dar durante su investigación.

En todo momento Mazón plasma la imagen de un Espinosa con una honorabilidad y una obediencia a su rey y a sus superiores siempre fuera de toda duda, además de como un experto hombre de armas con gran predicamento entre los hombres que tenía a su cargo.