Un salto en el tiempo de cinco siglos hacia atrás
El paseo de La Calzada acoge una recreación histórica del embarque de la expedición el 20 de septiembre de 1519
En el paseo de La Calzada, Don Fernando de Magallanes recibe a los visitantes. Escolares acompañados de sus profesores, vecinos y vecinas, curiosos, todos con sus móviles disfrazados de cámaras fotográficas. Vestido de negro, con una poblada barba y tocado con un sombrero de la época, el nuevo Magallanes se sitúa junto a un puesto de alistamiento donde todo el que quiere se inscribe para dar la vuelta al mundo. Vaya aventura. Los escolares no se lo piensan. Van pasando y reciben un diploma que certifica que ya forman parte de la tripulación. Hace cinco siglos, posiblemente todos se lo hubieran pensado mejor. Aquello, más que una aventura era una locura. Una bendita locura que ayer se celebró en Sanlúcar.
Dando un paseo por el curioso mercado de la circunnavegación instalado junto a la playa de La Calzada uno no sólo encuentra a personajes disfrazados de Magallanes o Elcano, sino puestos donde se vende mercado fresco, verduras de La Colonia, sal de Bonanza, especias de las islas Molucas, conejos y hasta dos lobos de mar regalando historias de aquellos tres años de penurias donde primero Magallanes y finalmente Elcano, junto a 240 hombres, emprendieron una gesta quizá comparable con la más reciente del Apolo 11 y su alunizaje.
En la playa, centenares de sanluqueños esperando una exhibición aérea que finalmente no tuvo lugar. El ambiente era casi de feria, y eso que desde la arena poco se pudo ver del acto en el que han participado la Nao Victoria y la fragata de idéntico nombre en el que se ha bautizado la boya del Perro con el nombre de Juan Sebastián Elcano. Desde el faro de Chipiona y sus proximidades sí que se ha podido contemplar con mayor claridad.
Por la tarde, Juan Marín, vicepresidente de la Junta, junto a otros políticos de todas las formaciones pasearon por un mercado donde sus vendedores seguían metidos en el papel.
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