Assassins Creed Shadows y su dualidad como gran virtud para volver a sorprender

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La nueva entrega de Ubisoft cumple el sueño de los amantes de la saga transportándonos al Japón feudal del siglo XVI con dos protagonistas antagónicos y complementarios: Naoe y Yasuke

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Yasuke y Naoe se complementan a la perfección en esta nueva entrega.
Yasuke y Naoe se complementan a la perfección en esta nueva entrega.
Norberto López

30 de marzo 2025 - 06:00

Tenía las expectativas muy altas con la nueva entrega de la saga Assassins Creed. Desde que descubrí la Orden de los Asesinos con Origins y ese Egipto sublime en 2017, cada iteración ha sido como un reconfortante chute de historia, aventura, acción y diversión condensado en un centenar de horas.

Y ya puedo afirmar, tras haber disfrutado de la última dosis durante varias semanas, que la espera ha merecido la pena. Y que los dos retrasos que ha sufrido han sido lo mejor que le han podido pasar para llegar en un estado impecable para su lanzamiento final este pasado 20 de marzo y dejar, por otro lado, de ser carne de meme en internet por bugs y fallos como en anteriores ocasiones. Lo bueno se ha hecho esperar.

Assassins Creed Shadows

Género: ARPG Lanzamiento: 20 de abril Desarrolladora: Ubisoft Plataformas: PC, PS5 y Xbox Series Textos: Español Voces: Español Precio: 80€

Y entrando de lleno en lo que supone Shadows para esta icónica saga de Ubisoft, lo cierto es que la elección del Japón feudal del siglo XVI, un periodo convulso para el país nipón por la lucha de clanes para alcanzar la reunificación del país en un único territorio, era ya más que acertada, necesaria. Desde sus inicios, los fieles de la saga han reclamado en multitud de ocasiones un título ambientando en Japón y sus samuráis. Y al igual que con los retrasos, la espera para cristalizar estos deseos también ha sido merecida.

La personalización de ambos personajes y la construcción de 'builds' es muy satisfactoria.
La personalización de ambos personajes y la construcción de 'builds' es muy satisfactoria.

Y lo es porque de primeras volvemos a encontrarnos con un título respetuoso con la historia y costumbres del país nipón haciendo gala de una maestría única para trasladar momentos históricos con un rigor y una capacidad de síntesis abrumadora. Probar un título de Assassins Creed es aprender historia jugando. Sin más.

En esta ocasión, la gran novedad llega por la apuesta de Ubisoft de entrelazar las historias de Naoe, una Assassin shinobi de la provincia de Iga, y Yasuke, un poderoso samurái africano. Una dualidad que le sienta como un guante a este título de acción y rol (ARPG) que vuelve a apostar por una fórmula iniciada precisamente en Origins y que se ha ido puliendo, mejorando y maximizando para ofrecer, ya sí, la mejor experiencia posible de un título de mundo abierto de estos últimos años. Ahí es nada. Y si me preguntan, la mejor entrega desde que me adentré en la saga con mucha diferencia.

Y es que embarcarse en el viaje personal de ambos personajes nos va a permitir descubrir dos estilos de juego tan diferenciados, que por momentos puede parecer que estamos disfrutando de dos juegos distintos. Naoe cumple más el canon de lo que ha sido siempre un Assassins: rápida, sigilosa, ágil y mortal. Los amantes del sigilo tienen en ella su alter ego. Yasuke es todo lo contrario: lento, fuerte y una máquina de destrucción andante. Jugar con él nos transporta a un título de acción visceral en el que la huida nunca es opción. Y me encanta.

Yasuke es una bestia en el campo de batalla.
Yasuke es una bestia en el campo de batalla.

Porque podemos pasar de uno a otro simplemente entrando en el menú de personalización y pulsar un botón. ¿Que necesitas conquistar un castillo? Yasuke es tu hombre. ¿Que precisas encontrar varios coleccionables en los templos japoneses en lugares recónditos y en altura? Naoe y su gancho harán el resto.

Esa dualidad de poder elegir en cada momento cómo queremos afrontar los desafíos que va proponiendo el juego es, sin duda, la gran virtud de Shadows porque de un plumazo elimina esa sensación de estar encorsetado a tener que optar por el sigilo o, al contrario, por la acción, para resolver los conflictos. Aquí cada jugador decide cómo hacerlo. Obviamente, hay limitaciones. Hay misiones que tienen que jugarse con uno u otro personaje obligatoriamente y toca amoldarse. Pero en general, la experiencia es muy gratificante.

A eso hay que sumarle una amplia rama de árboles de habilidades para cada uno de ellos centradas en el tipo de armas que utilizan y en características intrínsecas a su especialidad: shinobi y samurái. Y lo mejor es que podemos distribuirlos como queramos y volver después a resetearlos y elegir nuevas opciones hasta que encontremos las habilidades y mejoras pasivas que mejor se amoldan a nuestro estilo de juego.

Aquí hay que hacer mención especial al satisfactorio combate con mecánicas de esquivas, bloqueos, sinergias entre habilidades, y la construcción de ‘builds’ para maximizar nuestro daño dependiendo de nuestro modo de juego.

Optar por Naoe es apostar por el sigilo aunque también se desenvuelve bien cuando hay que combatir.
Optar por Naoe es apostar por el sigilo aunque también se desenvuelve bien cuando hay que combatir.

Pero de nada serviría un sobresaliente en esa capa si no tenemos por delante un Japón feudal lleno de secretos, historias, coleccionables, pruebas y loot (mucho loot). Y en eso la gente de Ubisoft son maestros orfebres. Subirnos a nuestro caballo y dejarnos llevar por los ricos y variados escenarios de Japón es un placer. Y en esta ocasión, cambiante porque el juego escenifica por primera vez el uso de las cuatro temporadas del año durante nuestra aventura. Sí, habrá momentos en los que la nieve sea nuestra compañera y otros en los que la lluvia o el viento hagan acto de aparición. Y si os digo que las físicas y las partículas están a un nivel superlativo, vivir la experiencia es aún más realista.

Sin entrar en detalles, el hilo argumental es bastante tradicional con giros imprevistos en el guion y la venganza como vehículo. Además, su rigor histórico nos va a permitir tratar con influyentes cargos y personajes de esa convulsa época histórica en Japón para hacer más creíble una aventura que puede alargarse por encima de las 80 horas a poco que decidamos ser curiosos y completistas.

La recreación de Japón es sublime. Ubisoft nunca defrauda.
La recreación de Japón es sublime. Ubisoft nunca defrauda.

Y en lo audiovisual, como es marca de la casa, Shadows es un claro ejemplo de título Triple A que atesora un acabado gráfico de primerísimo nivel que ha provocado que su publicación solo esté disponible ya para la nueva generación: PC, PS5 y Xbox Series. Y se nota. La fidelidad de los personajes, los detallados escenarios, la distancia de dibujado y la inclusión de trazado de rayos y nuevas tecnologías para aumentar la fidelidad están ahí. Nosotros hemos podido disfrutarlo en PS5 Pro con la opción de rendimiento para que fuese todo el rato a 60 rocosos fps y no podemos estar más satisfechos.

La banda sonora roza también el sobresaliente y ofrece momentos a lo Kill Bill que no te esperarás. Y como no, un doblaje al castellano único aunque también podemos optar por el original con el japonés y el portugués como principales voces cantantes y el subtitulado al castellano. Más opciones a elegir.

En definitiva, Shadows es la gran apuesta de Ubisoft para este 2025 y la jugada no les ha podido salir mejor. Japón y sus samuráis ya tienen una entrega a la altura (con permiso de Ghost of Tsushima) con una propuesta divertida, fidedigna, explosiva y única. Afila la katana, assassins.

Hemos podido realizar esta reseña de Assassins Creed Shadows gracias a una clave para PS5 que nos ha remitido Ubisoft España.

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