Oxígeno en la galaxia más lejana
La galaxia, descubierta el pasado año, está tan lejos que su luz tardó 13.400 millones de años en llegar hasta la Tierra, lo que significa que se puede ver tal y como era cuando el universo tenía menos de 300 millones de años, el 2 por ciento de su edad actual.
El descubrimiento fue posible gracias al conjunto de telescopios ALMA (Atacama Large Millimeter Array) construidos en el desierto chileno de Atacama y del que el Observatorio Europeo Austral (ESO) es socio.