¿Tiene Cádiz las mejores playas urbanas de España?
La capital cuenta con cuatro exquisitos arenales a lo largo de sus siete kilómetros de costa
Playas para escaparse cuando hay levante
Las mejores playas de la provincia de Cádiz
Cádiz, ciudad pequeñita, coqueta y casi al completo rodeada de mar, ofrece unos arenales urbanos que son un reclamo en todo el país. Si la provincia presume de atesorar las mejores playas con oferta para todos los gustos, la capital no sólo exhibe kilómetros y kilómetros de finas y blancas arenas, sino que las tiene perfectamente equipadas, sin faltarles ni un solo detalle, aparte del buen clima que generalmente acompaña.
Así, aparte de sus banderas azules que certifican la excelente calidad de aguas -aunque este año haya flaqueado La Caleta-, a lo largo de estas cuatro playas que se extienden en 7,2 kilómetros de costa se ofertan servicio de tumbonas, todo tipo de deportes y ejercicios matinales, servicios, salvamento y chiringuitos a pie de playa. Cada una de ellas tiene su particularidades y encantos, que se adaptan a los gustos del consumidor. En un paseo de lado a lado, el visitante puede encontrarse con el bello encanto que brinda en pleno centro gaditano la playa de La Caleta; también pequeña y hermosa por su paisaje flanqueada por espigones la playa de Santa María; la más grande -con una longitud de 2.500 metros- y mejor dotada en cuanto a equipamientos es La Victoria, que recorre prácticamente toda zona costera de Extramuros, mientras que Cortadura se erige como la más salvaje y virgen, gracias al sistema dunar que la protege.
La Caleta, la más pequeña y bella
Es la más coqueta de las cuatro playas gaditanas, de las más buscadas por los turistas por sus impresionantes puestas de sol, y la más saturada debido a su corta longitud, unos 450 metros. La hermosa estampa la sirven los dos castillos que la escoltan, Santa Catalina y, más a lo lejos, San Sebastián, así como el Balneario de la Palma (sede actual de Centro de Arqueología Subacuática), como epicentro geográfico de la playa. Es una playa completamente integrada en la ciudad, en el barrio de la Viña, lo que la convierte en una de las más familiares, aunque cada vez sean más los turistas que se acerquen a darse un baño en sus tranquilas aguas, sin apenas oleaje. La hace todavía más pintoresca las barquitas de los pescadores gaditanos y su estratégica posición protegida del viento de levante. En el sector servicios cuenta con el Bar Club Caleta y la peña Juan Villar, aparte de las típicos quioscos de helados en su paseo marítimo.
Santa María, la playa de los surferos
Es también de las playas más bellas por su geografía, con dos espigones acunando la única cala urbana de esta ciudad y la más pequeña de todas, con 900 metros. Conocida como los corrales o la playita de las mujeres, es sin duda la playa de los surferos, durante el invierno, debido al oleaje de la zona, mientras que en verano se convierte en una playa muy familiar y arraigada entre sus fieles usuarios. Es una playa bien posicionada frente al viento de Levante y dispone de un chiringuito y un restaurante en la bajada en cuesta situada más al norte, la más pegada al centro urbano. Aparte de los medios de transportes habituales, se puede acceder a ella por el carril bici que recorre el paseo marítimo.
La Victoria, la más extensa y mejor equipada
Es la playa de Cádiz por excelencia, uno de sus grandes referentes y segunda más extensa, con 2.500 metros de finas y rubias arenas que empiezan donde acaba Santa María y arranca Cortadura. Cuenta con la oferta más completa en el sector servicios, con varios chiringuitos a lo largo de su arenal, restaurantes, cafeterías y bares de copa a lo largo de todo el paseo marítimo que la atraviesa, e instalaciones para realizar varias actividades deportivas en la zona para calistenia, de voley-playa, fútbol-playa, balomnano y otras modalidades. Es la playa preferida por los turistas y también muy familiar. El carril bici también recorre esta playa en toda su extensión.
Cortadura, la más salvaje y natural
Es la playa más salvaje de las cuatro, debido a su singular sistema dunar, así como la más extensa, con 3,9 kilómetros de arenas finas y doradas. Al situarse fuera ya del ámbito urbano, que no de los límites del municipio, es la menos concurrida de todas, aunque las zonas de aparcamiento se agotan bien pronto, salvo en el área conocida como la gallega, pues está provista de una gran bolsa de aparcamiento situada en mitad de la autovía dirección a San Fernando. Dispone de dos chiringuitos y vigilancia, y un módulo con servicios de playa. También acoge varias actividades deportivas, pues en su primer módulo se aloja la escuela Escuela Náutica Municipal, además de atraer a los amantes del surf, y sobre todo, del kite surf.
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