Notas al margen
David Fernández
El problema del PSOE-A no es el candidato, es el discurso
Aunque todavía queda mucho para volver a disfrutar de los días de playa, el verano se aproxima, y buena prueba de ello es que en breve tendremos que adaptar nuevamente las manillas del reloj. El horario de verano ya está a la vuelta a la esquina, y con él, los días más largos y un mayor número de horas de luz.
A pesar de que suele ser el cambio de horario más esperado por lo que implica, es el más negativo puesto que nos acorta el tiempo de descanso.
En el caso del horario veraniego, las modificaciones se realizan el último fin de semana de marzo. Así que este año, la hora se tendrá que adelantar una hora en la madrugada del sábado 25 al domingo 26 de marzo. De esta manera, en la península a las 2 horas serán las 3 horas.
Esto se realiza para adaptar las horas de luz del día a la jornada laboral. El objetivo es aprovechar la luz natural, para así ahorrar en energía. El horario de España coincide con el del centro de Europa. Algo que ha sido motivo de debate en multitud de ocasiones, pues el huso que le corresponde es el que utilizan Portugal y Reino Unido.
Pese a que hay un debate abierto sobre si cambiar esto, el BOE ya publicó el año pasado cuándo serán los cambios de hora de invierno y de verano para los próximos años.
Estas son las fechas para iniciar el horario de invierno hasta 2026:
El adelanto horario de verano de 2023 a 2026 será en estas fechas:
Además de un ahorro en el bolsillo de los ciudadanos (el disponer de más horas de luz reduciría el consumo de energía eléctrica), la salud de las personas también se ve beneficiada del cambio horario, según apuntan varios estudios. Al disfrutar de más horas de luz se está más tiempo expuesto al sol, así que se recibe más vitamina D, que ayuda a prevenir algunas enfermedades como la depresión.
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