Ludimat, la empresa gaditana de juguetes de madera que triunfa en Amazon
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Ludimat son las iniciales de las palabras: lúdico, didáctico y material. Esta es la empresa fundada por el gaditano Antonio Calderón, que se ha vuelto popular en Amazon dado su gran nivel de ventas y su capacidad de innovación del comercio. Este año es el quinto aniversario de la empresa que trata de impulsar valores éticos a las nuevas generaciones.
Para promover la artesanía y los productos hechos a mano, debe tener gran afecto por esta afición, que poco a poco se está perdiendo por tratar de copiar los patrones en serie de los juguetes. El amor por la artesanía viene desde hace muchos años, ya que sus inicios académicos fueron los de estudiar en la universidad diseño industrial. Tras plantearse cuál iba a ser su andadura empresarial, finalmente se decidió por crear algo más pequeño, que es la empresa que se conoce hoy día.
Ser padre sirvió de inspiración a su negocio
La idea de crear un taller y juguetes nace en el momento que se convierte en padre, ayudado por su mujer, la psicopedagoga Rosario Serrano. Ella empieza a presentarle las alternativas referentes a educación. Tras una reunión con otros padres, se empiezan a crear unas convivencias periódicas con los bebés e intercambiaban las distintas tendencias de aprendizajes. En ese momento, nace una escuela que aplica esas pedagogías y Antonio ve la necesidad de poder tener materiales y recursos específicos: la idea fue desarrollando sus primeros pasos con cartulina, papeles... pero finalmente recurrió a la madera. La gente, fascinada, empezó a realizar encargos. Y desde ese momento, en 2018, se plantea la iniciativa de encaminar su futuro empresarial, estableciendo su sede en Conil.
El gaditano, empezó a realizar pedidos que la gente le demandaba en las sesiones de psicopedagogía, “el primero fue un balancín a propuesta de unos padres del grupo y después vinieron los calendarios”. Aunque él tenía presente en todo momento el enfoque del comercio electrónico para impulsar sus propuestas. Desde que nace la idea, comienza a difundir sus trabajos por Whatsapp, “a partir de ese momento, tenía 30 pedidos”. Luego dio el salto a plataformas como Wallapop o Ebay. Además de tener muy presente a Amazon, plataforma en cuya sección artesanal podrían encajar sus trabajos. Asesorado por empresas de su zona (Kilómetro Cero) que le animaron a publicar sus productos, procedió al estudio de requisitos en el gigante web.
Con solo dos años de existencia, llegó la pandemia y se vio obligado a cambiar su rutina, como el resto del país. Se encontraba solo en el taller y cuando se decretó la orden nacional de confinamiento, empezó a recibir un gran número de pedidos. Todo el mundo se encontraba en casa encerrado y buscaban alternativas para entretener a los más pequeños. Sus soluciones: un plazo de entrega mayor y trabajar sin cesar desde el amanecer al anochecer. “A la gente que me llamaba porque necesitaba especialmente el producto, se lo intentaba tener a tiempo o incluso antes”.
Como anécdota, recuerda a "una mujer que me llamó de Igualada, cuando volvieron a confinar por segunda vez la ciudad, y me expresó la necesidad de realizarle uno de los juguetes para tratar de hacer más ameno el encierro por la alerta sanitaria a su hijo. Luego me llamó y agradeció la rapidez de la entrega”. Deja el listón muy arriba a los demás comercios de juguetes, aunque comenta: “siento una fuerte responsabilidad sobre mis hombros de mantener una misma línea de trabajo”.
La artesanía y la conciencia con el medioambiente
Tiene mucho peso la evaluación de los clientes. Es por ello, por ejemplo, que respecto a seguridad "cuiden mucho detalles, como los cantos redondeados de la pieza”. Al final las valoraciones siempre son el reflejo de la satisfacción, y en todo caso son positivas, algo que también sirve motivación. La tendencia actual de las familias, además, es comprar juguetes educativos, que aporten algo más, destacando y promoviendo valores como el compañerismo, el compartir, aprendizajes y valores ecológicos (una característica es que los materiales empleados son biodegradables).
En la elaboración de los juguetes, Antonio utiliza madera de chopo, una especie que se cultiva a la vera de los ríos en modalidad de cultivo: el material tiene el certificado FCC, que indica que son bosques sostenibles.:"Los embalajes son de cartón, los tornillos de metales se pueden reciclar, al igual que ocurre con el serrín".
Su producto más vendido es el triángulo de escalada con rampa, que puede llevarle un día entero fabricarlo. Fabrican varias unidades a la vez, porque hacemos varios lotes de las distintas piezas. “Si hiciéramos tantas unidades en serie, luego no encajaría una pieza con la otra, ya que el corte no siempre es el mismo”, indica. De esa manera, perderían la esencia de la fabricación a mano que abandera la empresa: “Una máquina no te dará el mismo acabado que un último procesado artesanal”.
El mayor número de pedidos que se le ha llegado a hacer en un día han podido ser quince o veinte, y suele ser común durante las fechas navideñas. Un trabajo intensivo, al que le faltan horas muchos días para poder terminar el volumen de trabajo. Por su afición, el peso del trabajo no le supone tanto, pues las ganas y la ilusión que muestra a diario por crear las ilusiones de los más pequeños, lo supera. Actualmente la empresa cuenta con tres empleados. Además, el creador expresa el orgullo que siente por crear empleo y por contratar a su hermana, Libertad, quien empezó la andadura de lo artístico con él desde sus inicios universitarios, estudiando diseño juntos.
El comercio electrónico ha llegado para quedarse
Cuando recibe la llamada de Amazon dice sentirse “satisfecho y recompensado”. El propietario de Ludimat es una persona que no descansa, siempre se preocupa por el estado del envío hacia sus clientes o bien, sobre los comentarios que los compradores le proponen. Sobre la multinacional comenta: “La empresa está muy atenta conmigo. Me llaman continuamente para ofrecer formación empresarial para promocionar mi imagen y mis productos, me han facilitado información…"
Ellos lo denominan ‘Seller University’, funciona igual que una universidad, orientada a los vendedores que allí se publicitan. Muestran siempre bastante compromiso, ya que no sólo tienen el departamento de atención al cliente. El vendedor tiene un departamento específico de apoyo al mismo: “A veces hace falta cambiar algún detalle de un producto y me han asesorado debidamente”. Su asistencia es continúa y su capacidad de respuesta, rauda. Siempre tratan de estar pendiente de las necesidades del usuario, indiferentemente si es por parte del cliente o del vendedor.
En referencia a su mercado mayoritario, destaca que el grueso procede de España, y el ámbito europeo, después (Alemania, Francia, Italia y Portugal): “Es una alegría pensar que mi negocio forma parte de la globalización empresarial”. Lo excepcional del caso de Antonio es que se encuentra en un término municipal de menos de 30.000 habitantes, el barrio del Colorado. Según comenta Calderón, “con este ejemplo, se demuestra que el mercado para las Pymes ha cambiado, esto ya no es el futuro, sino el presente”.
Como detalle a destacar, adelantó que ya va planeando novedades para las campañas del ‘Prime Day’ de julio y de la campaña de navidad 2023/24, respectivamente. Ideas diferentes o renovadas que verán la luz en breve, como los colores pastel de las piezas que van a cambiar para el triángulo de escalada. De momento, aclara que no desea expandirse más de lo que puede producir, así que la introducción de novedades se irá haciendo de manera gradual. Cuando se vende en Amazon “tienes que tomar conciencia de que en tu almacén físico debe haber unidades de stock, de hecho, ya estamos preparando juguetes para guardar de cara a diciembre”.
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