Los monjes discípulos de Thich Nhat Hanh comparten en Cádiz su ‘Mindfulness en la vida diaria’

Los hermanos Duc Tri, Duc Hien, Do Luong y Khiet Minhn emprendieron un viaje por las emociones de manera consciente y sana en el IES Drago

Conferencia sobre Minfulness en el IES Drago

Un momento de la charla sobre ‘Mindfulness en la vida diaria’

Dos veces al año los monjes y monjas dejan su casa, Plum Village, o antigua Comunidad de la Patata para mostrar al resto del mundo la práctica y el aprendizaje del Mindfulness, que según los discípulos de Thich Nhat Hanh es la práctica de la ‘Conciencia Plena’. Una técnica que nos ayuda a manejar de una manera adecuada las emociones, dándole la importancia verdadera, sin juzgar, y explorar nuestra mente de una manera consciente y sana, y de la que hablaron en un encuentro en Cádiz.

El monasterio y centro de prácticas Plum Village fue fundado en el año 1982 por Chân Không y Thich Nhat Hanh, un estudioso monje vietnamita, pacifista comprometido que utilizó su sabiduría y su persona ayudando a los demás, promoviendo soluciones no violentas en las zonas de conflicto y contribuyendo a superar las injusticias políticas a muchos pueblos desfavorecidos.

Thich Nhat Hanh o ‘Thai’ significa “maestro”, como le conocen sus discípulos. Fue exiliado durante 39 años por mostrar su desacuerdo con la guerra de su país, Vietnam, y este exilio le llevó a crear con Chân Không en 1970, en el suroeste de Francia, en Dordoña, una granja rústica llamada la ‘Comunidad de la Patata’, que más tarde se convertiría en el monasterio de Plum Village, centro de prácticas de entrenamiento de la mente. En su país en el monasterio donde se convirtió en monje a los 16 años falleció el maestro zen en enero del año pasado.

Los discípulos de Thich Nhat Hanh se desplazaron de esta forma hasta Cádiz para, entre otras actividades, ofrecer una conferencia sobre como practicar el ‘Mindfulness en la vida diaria’. Una foto de Thign Nag Hag preside una de las aulas a rebosar del Instituto Drago. Los cuatro discípulos, Duc Tri (sabiduría), Duc Hien, (bondad), Do Luong (generosidad) y Khiet Minhn (luz), se acomodan en zafus (cojines de meditación) y toman posición de loto o medio loto, bien erguidos, preparando sus cuerpos para empezar el ejercicio de la meditación.

El hermano de la Shanga de Cádiz, Carlos Rodríguez Cordón, presentó el acto, una conferencia llamada "Mindfulness en la vida diaria", que practican más de dieciocho millones de personas, y con la que pretendían explicar a los presentes el significado de la palabra, su técnica, la práctica y los beneficios que aporta: “Estoy muy contento y agradecido a la comunidad. Tenemos el honor de tener a los cuatro monjes discípulos de Thich Nhat Hanh. Es una suerte que hayan podido tener una pequeña estancia en Cádiz”, apuntó, al tiempo que agradecía la presencia masiva de personas, y al centro docente por su hospitalidad.

El aforo estaba completo desde un rato antes de que empezara la conferencia y unas cincuenta personas tuvieron que quedarse en la calle sin poder escuchar a los monásticos.

Los monjes, exultantes por estar allí, se presentaron cantando poemas de ‘Thai’ , “La música va directamente al corazón, no pasa por la mente”, dice, con voz amable y en perfecto español el hermano Duc Hien o 'Bondad', de nacionalidad francesa. Cantaron una primera canción llamada ‘Inspiración’. Seguidamente el hermano recordó a los presentes que “somos estrellas, hojas, olas del mismo cielo, vivir unidos...”, convocando a los presentes a tocar los palillos y a jugar con las manos. El monje tiró de chascarrillos para presentar el tributo a la madre naturaleza y comentó que “hay cosas simples de las que se puede disfrutar en la vida, el viento, la luna, el mar…”, dijo antes de confesar que disfrutó bañándose con la luna en la playa Santa María el día anterior y que disfrutar con todo lo que nos ofrece la tierra es de las muchas cosas que enriquece al ser humano. “Yo me alegro de las cosas simples que vienen de la tierra, del agua...”, señaló. También lo cantó en francés, su idioma.

Acto seguido el hermano Duc tri o ‘Sabiduría’ tomó la palabra e invitó a todos a acomodarse y relajarse, subrayando la importancia de la respiración, (inspiración y expiración’), el ‘aquí y el ahora’. El sonido de una vasija o campana acariciada lentamente con un mazo da paso al momento más esperado.

El hermano Sabiduría, con palabras pausadas, explicó qué entendemos por Mindfulness. Duc tri y lo resumió en tres palabras, ‘SHR-TT, SAMADHI, PRAJNA’, que traducido resulta: atención, concentración y comprensión. Lo llevaba impreso en su bolsa de Plum Village para no olvidarlo, decía.

Una campana o vasija y un zafu.

¿Qué es Mindfulness?

El Mindfulness significa ‘Conciencia plena’. Es la técnica para desarrollar la capacidad constante y paciente de traer la mente al tiempo presente, al cien por cien, plenamente conscientes del momento que vivimos en ese mismo instante. Con ayuda de la respiración, no dejar que la mente viaje al pasado o futuro que la distrae de vivir en plenitud. Ellos utilizan diferentes recordatorios para no olvidar este justo momento y uno de ellos es la campana.

Explicaba el hermano Duc tri que hay que hacer un alto en el camino cada vez que estos pensamientos improductivos nos invadan y utilizar la práctica del Mindfulness que consiste en parar y respirar pausadamente. En ese momento la mente toma consciencia, se relaja y nos trae de nuevo al presente, al ‘aquí y el ahora’.

Para facilitar toda esta práctica contaron con una aplicación creada desde Plum Village con todas las canciones, meditaciones guiadas, textos que pueden ayudar a la práctica y recordatorios con la campana.

Para la vida diaria, el Mindfulness no necesariamente hay que practicarlo en una sala de meditación. Se puede practicar dando un paseo, haciendo los quehaceres del hogar, realizando algún deporte, a la hora de comer… con la consciencia y atención plena de lo que hacemos.

Uno de los momentos clave, comentaba el hermano, es el primer pensamiento de la mañana cuando el cuerpo despierta. El monje aconsejaba para ello una canción o mantra llamado ‘gatha matutina’.

Las gathas son unos poemas/frases que nos ayudan a centrar nuestra atención en lo que hacemos. A veces se ponen cartelitos para que te acuerdes al verlo cuando despiertas.

El hermano Duc Tri insistía en el importante cuidado de nuestras emociones. “Tratarlas como un niño pequeño, abrazar el pensamiento del día a día que nos distrae, sea cual sea, sin reprimirlo, ni aislarlo, sino comprenderlo, preguntar qué está sucediendo dentro de mí y a nuestro alrededor y amablemente invitar a nuestra mente a volver al momento presente”, resumía.

En la comunidad interpretan ese instante con la frase ‘He llegado y estoy en mi hogar’. Consiste en crear, a través de la respiración, un espacio dentro de nosotros y desarrollar una energía natural que permita estar en contacto con nuestras emociones y no ser víctimas de ellas.

Según Duc Tri esto nos lleva al poder de visualizar con claridad las cosas que nos rodean. “Esta práctica es un gran alivio interior. No es fácil desarrollar este poder de plena consciencia, dominar el arte es cuestión de práctica”.

El hermano Duc Tri, mediante los sonidos de la campana y una breve meditación, invita a los presentes a establecerse en el 'Aquí y el ahora' "en el verdadero hogar y a sonreír a las preocupaciones y al sufrimiento".

El silencio volvió, también el hermano Duc Hien (bondad), insistiendo en recordar la importancia de la respiración y explicando qué es para la comunidad monástica de Plum Village "Los cinco poderes".

Los cinco poderes

El monje explicó que su poder consiste en crear las condiciones buenas para él y con la práctica del Mindfulness sabe cómo hacerlo. Según el monástico, "Nosotros con la práctica desarrollamos una fé en la práctica misma".

En la clase del Instituto Drago todos aplaudían de forma silenciosa, es decir, con las manos arriba, una suerte de 'cinco lobitos'. El monje Duc Tri vuelve a invitar a la campana para recordarnos el 'Aquí y el ahora' y recordar que ese preciso instante era un momento maravilloso para todos los presentes.

Después de eso abrieron el turno de peguntas que aprovechó un profesor para saber cómo podía llevar a cabo la concentración y conciencia plena a sus alumnos.

El monástico vietnamita Do Luong (generosidad) tomó la palabra para contestar al profesor y aprovechó para recordar a su maestro Thich Nhat Hanh. Do Luong (generosidad) trajo con sus manos al presente uno de los ejercicios favoritos de su maestro pero antes se refirió a los niños como seres extraordinarios. "Ellos saben cómo disfrutar del momento presente, lo mejor es escucharlos, utilizar su sabiduría, ayudarles a darse cuenta de su poder con nuestra sonrisa y nuestra consciencia".

A Plum Village van muchos niños y tienen para ellos 'la meditación de las piedras', que según cuenta Do Luong es un ejercicio de meditación que también extrapolan a los adultos. Esta meditación consiste en coger una bolsita, meter cuatro piedrecitas y llevarlas contigo todo el tiempo, igual que el móvil, bromea el monje. "Durante tu vida cotidiana puedes encontrar el momento de concentrarte y poder practicar con ellas", dijo. "Experimentamos imaginariamente con piedras. Miras a las piedras en tus manos y regresas a tu respiración, mirándolas. Inspirando veo las piedras en mi mano, expirando sonrío con las piedras, tomamos una de ellas y la observo, sonrío con la piedra en mi mano. Imaginamos que es una montaña", añadió. "Me siento sólido como ella. Soltamos esta piedra y cogemos otra y repetimos la misma operación anterior, pero imaginando que somos una flor, agua y aire". Se corresponde a las actitudes que podemos ofrecer a los demás (solidez, frescura, calma, libertad), también conocer una manera de calmarnos a nosotros mismos, "podemos ver con claridad lo que pasa dentro de nosotros", “Nuestra percepción se presentará aguda y delicada. apunta.

Los monjes Duc Tri (sabiduría), Duc Hien, (Bondad), Do Luong (generosidad) y Khiet Minhn (luz) con su mejor energía y espiritualidad se despidieron agradeciendo a todos su presencia y solicitando una última petición a las personas que se congregaban en el recinto. Los monásticos querían conocer un baile y cante típico de Cádiz para conocer mejor a su gente y entorno.

Dicho y hecho, por tanguillos de Cádiz, cantado por los que allí se congregaban fueron despedidos con algarabía de nuestra ciudad, seguidamente los monjes, antes de volver a casa para preparar el retiro de invierno pondrían rumbo a otras ciudades de España para ofrece su exitosa conferencia.

Las shangas

Otra forma de cultivar el Mindfulness son las Shangas. En la provincia de Cádiz hay dos, una en Cádiz y otra en San Fernando. Se reúnen una vez a la semana. En Cádiz, los viernes sobre las siete de la tarde. Están en el local de Atlantis Yoga, en la entreplanta de la calle García Carrera, 43 y la Shanga de San Fernando los lunes a las siete y media, en la calle San Juan de la Cruz 2D .

El encuentro suele durar entre hora y media dos horas. Los hermanos practican la meditación en silencio, la meditación caminando, la concentración interior, la escucha atenta, saludan a los ancestros y meditan por los sufrimientos del mundo.

Carlos Rodríguez Cordón es el responsable de la Shanga de Cádiz y cuentan con 20 personas. En la Shanga de San Fernando, su responsable es Jesús Muñoz Castillo y en ella cuentan con unas 15 personas. Carlos Rodríguez destaca que después de la conferencia de los monjes ha recibido algunas llamadas de personas interesadas en practicar el Mindfulness. Su página web es www.meditacionesencadiz.com

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