Pesca ilegal de holoturias en Cádiz: qué son y por qué están tan codiciadas
El furtivismo con esta especie marina es constante
La Policía Local de Cádiz denuncia a tres personas por mariscar 60 kilos de holoturias
El pasado fin de semana la Policía Local de Cádiz requisó 60 kilos de holoturias. Es una operación cíclica, todos los años hay una serie de intervenciones enfocadas a frenar el furtivismo contra esta especie marina.
¿Pero qué ocurre con las holoturias? ¿Por qué tanto interés en mariscarlas? Pese a no formar parte de la gastronomía local, el marisqueo ilegal de este ejemplar es habitual. De ahí que las autoridades municipales y autonómicas tengan activado un protocolo de protección de las holoturias y persecución contra aquellos que las extraigan de su hábitat. Éstas prolifera en el litoral gaditano y desde hace algunos años es uno de los habitantes marinos de Cádiz más demandados.
Qué es una holoturia
Es un equinodermo marino, al igual que las estrellas de mar o los erizos, cuya forma alargada hace que popularmente se llamen pepino de mar e incluso carajo de mar. Son de color negro, sin brazos, y miden de 20 a 30 centímetros. Su alimento es la materia orgánica en suspensión o los sedimentos.
Precisamente, esta forma de alimentarse genera un impacto positivo en el ecosistema marino de Cádiz, tal como supo este periódico a raíz de las declaraciones de un experto. "Las holoturias realizan una labor como la que hacen las lombrices en los campos. Estos animales se alimentan de arena, están comiendo arena constantemente, y reciclan materia orgánica que está en descomposición en el fondo marino", contaba Juan Luis Cervera, catedrático de Biología Marina de la Universidad de Cádiz.
Este biólogo explica que la holoturia juega "un papel muy importante en el nutriente y la materia orgánica del fondo del mar, oxigenando la superficie del mismo mientras van tragando arena". Y detalla que "sus heces sirven de abono, porque contiene gran cantidad de nitrógeno, prácticamente es como el estiércol que se usa para abonar la tierra. Y eso sin contar con que algunos peces también se alimentan de ellos". Por lo que su desaparición llevaría a la extinción de otras tantas que dependen de los efectos causados por la presencia de este equinodermo.
Por qué están tan demandadas las holoturias
Hace algunos años esta especie pasaba incluso desapercibida para la población gaditana, era una más de las muchas que forman parte del ecosistema. Sin embargo, empezaron a verse como una oportunidad a raíz de su uso en gastronomías asiáticas y que se llegó a poner de moda en zonas nacionales como Valencia y Cataluña. Desde hace unos años, el tráfico del pepino de mar es recurrente, como ya publicó este diario en un reportaje de 2016.
La propia Policía Local lo explicó en aquella consulta. El precio de las holoturias en los mercados ilegales puede llegar a los 50 euros, por lo que el lucro es alto. El aumento de la actividad ilegal con estas es tan continuo que ya no es común verlas en las orillas y los furtivos acaban acudiendo al fondo del mar a cogerlas.
En otras costas, incluso ya no quedan ejemplares de este equinodermo por el efecto de la pesca furtiva. Así que las autoridades doblan los esfuerzos para impedir que las holoturias dejen de estar presentes en Cádiz por las catastróficas consecuencias medioambientales que ello generaría.
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