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Hostelería
Si ha habido un tipo de establecimiento al que le ha afectado la crisis sanitaria del coronavirus ha sido a los bares. Las limitaciones lógicas relacionadas con la aglomeración de personas, unido al bloqueo económico de los sucesivos estados de alarma, han hecho que muchos de ellos hayan pasado un auténtico calvario en los dos años largos que llevamos de pandemia. De hecho, el número de empresas de este sector de alta en la Seguridad Social se redujo en 874 durante el primer trimestre de 2020, lo que supone casi uno de cada cinco bares y restaurantes existentes al cierre de 2019, según el Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía.
Con la llegada del buen tiempo y ya inmersos de lleno en la primera campaña de verano sin restricciones, hay bares en España que tratan de recuperar el tiempo (y el dinero) perdido estos meses, y han ideado una manera que no repercuta directamente sus pérdidas en el consumidor. En Cataluña hay algunos bares que han llegado a la fórmula de la terrazas cronometradas, es decir, obtener más beneficios con una mayor rotación en las mesas impidiendo que por ejemplo, un consumidor esté durante tres horas ocupando un sitio para tomar un café.
La fórmula no es nueva porque es algo que ya especifican los sitios online de reservas de mesas en restaurantes. En el momento de hacer la reserva, indican expresamente que podrás hacer uso de tu mesa durante un periodo de tiempo concreto (dos horas es lo más normal).
En el centro de Barcelona ya hay bares que han empezado a contar el tiempo que pasamos en las terrazas, llegando a establecer un horario en función de la consumición que tomemos. Y no sólo cuentan el tiempo, también el número de comensales que se sienta a la mesa con la idea de rentabilizar al máximo los sitios de la terraza.
Según informan en El Periódico, un refresco o una caña daría permiso para estar 30 minutos; si pedimos comida podríamos estar una hora.
¿Qué dice la normativa referente al sector de la restauración? La normativa que regula bares, restaurantes y en general la restauración en España indica que depende de cada comunidad autónoma pero sin entrar en ese grado de detalle. Sí prevén no obstante una suerte de "régimen interno", que debe estar recogido por escrito y mostrable a quien lo solicite.
Ante la ausencia de regulación en este aspecto, lo normal es que impere el sentido común y educación, tanto por parte de consumidores como por parte de propietarios de locales. Estar en un bar sin consumir nada genera gastos en el bar y por contra, muchas veces, para tomar un almuerzo o un refrigerio no es suficiente con una hora, especialmente en una zona de España donde el sol y el buen clima anima a alargar las reuniones con una sobremesa. La virtud, como en todo, estará en el término medio.
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