Cómo actuar ante picaduras de un pez araña, una medusa o salpas

La playa y el agua del mar tiene múltiples beneficios para la salud. Zambullirnos en el agua nos puede ayudar a limpiar las fosas nasales en procesos catarrales, la sal nos puede ayudar a mejorar el aspecto de nuestro piel si es de tendencia grasa o acnéica y caminar por la orilla, con los pies ligeramente sumergidos, es bueno para reactivar la circulación de las piernas.

Sin embargo, en el agua y en la arena también podremos encontrarnos especies que pueden lograr precisamente lo contrario, y hacer que una experiencia placentera y saludable pueda llegar a convertirse en una pesadilla.

En la playa tendremos que estar muy atentos a la presencia de medusas, tanto dentro del agua como en la arena. Actualmente, hay muchas playas donde a las banderas verde, amarilla y roja que avisan sobre la posibilidad o no de bañarse han añadido otra alertando precisamente de la presencia de estos animales.

Si a pesar de todo, no podemos evitar que una nos pique, esto es lo que tendremos que hacer.

Cómo actuar ante la picadura de una medusa

1. Procura retirar los tentáculos adheridos a la piel pero usando unos guantes o unas pinzas 
2. Lava la lesión con agua del mar o suero fisiológico pero nunca con agua dulce
3. Aplica frío lo antes posible para favorecer la desnaturalización de la toxina pero no lo hagas directamente sobre la piel
4. No frotes ni rasques la piel
5. Tampoco seques la piel con toallas ni utilices arena

A pesar de que el 90% de los casos se resuelvan en la misma playa, es importante saber que si las molestias continúan o están acompañadas de temblores, náuseas, mareos o dolor intenso, será necesario acudir a un centro sanitario.

Cómo actuar ante la picadura de un pez araña

Los peces araña o peces escorpión nos los podemos encontrar igualmente dentro del agua, entre piedras, o en la orilla. La dificultad de verlos en este último lugar deriva de que prácticamente se entierran bajo la arena aunque dejan fuera tren pinchos característicos que son los que trasmiten las toxinas.

Si vamos paseando y sentimos un pinchazo en el pie seguido de un dolor inmediato es probable que hayamos pisado un pez araña. El dolor de esta picadura va de abajo hacia arriba y hay que actuar cuanto antes. 

Lo primero es buscar un puesto de socorro o ir al chiringuito más cercano para introducir el pie en un cubo con agua caliente, no templada, cuanto más caliente mejor porque el agua caliente neutraliza esta toxina. Dejaremos el pie metido al menos 30 minutos, hasta que empecemos a notar que se nos calma el dolor.

Si comprobamos el pie y vemos algún resto superficial de las púas podemos intentar sacarlas con una tarjeta o con una pinzas, pero nunca hay ni que frotar con una toalla ni presionar como si fuera un grano.

Si pasados 30 minutos el dolor o la inflamación continúan, debemos acudir a un servicio de urgencias o centro médico. También en el caso de que notemos síntomas extra como mareos, vómitos o incluso dificultad para hablar, tragar o respirar porque podríamos estar ante un posible choque anafiláctico.

Qué hacer si vemos una salpa

Las salpas son invertebrados de aspecto gelatinoso y transparente que podrían llegar a confundirse con una medusa o incluso con un trozo de plástico flotando en el mar. Su nombre se ha empezado a conocer ahora puesto que están proliferando por aguas del Cantábrico y también han sido vistas en la zona norte del Mediterráneo.

Sin embargo, y más allá de un aspecto coincidente, la diferencia con las medusas es grande porque estos cuerpos extraños no sólo ni pican ni arañan sino que contribuyen a la salud de los ecosistemas marinos limpiando de flitoplacton el mar y favoreciendo el correcto equilibrio entre microorganismos y dióxido de carbono.

Tampoco es necesario realizar ningún tiempo de intervención si nos encontramos alguno, ni avisar a los socorritas tan siquiera. Sólo hay que dejarlas que sigan cumpliendo su labor.