Bebidas energéticas: Empiezan a prohibir el consumo a los menores por sus riesgos para la salud
Galicia será la primera comunidad que limite su venta y consumo, igualándolo al alcohol
Médicos piden a la Junta de Andalucía que también prohíba el acceso a los menores
Bebidas energéticas y su impacto en adolescentes: un peligro creciente
Los epidemiólogos piden regular el consumo de bebidas energéticas
Galicia será la primera comunidad que limite el consumo de bebidas energéticas en los menores de edad. La Xunta ha iniciado la tramitación del Proyecto de ley de protección de la salud de las personas menores y prevención de conductas adictivas, que incluirá que prohibirá la venta y consumo de estas bebidas hasta los 18 años equiparándolos al alcohol. El proyecto incluye también hacer lo propio con los vapeadores.
Y es que el consumo entre los niños y adolescentes de estas bebidas es algo de lo que vienen alertando los expertos, pese a los riesgos para la salud. El estudio elaborado por el Comité Científico de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) en 2021 revelaba que una persona que tome más de 1,4 miligramos de cafeína por kilo de peso al día puede sufrir insomnio y reducción de la duración del sueño. Si este consumo se eleva a 3 miligramos, puede implicar riesgos cardiovasculares y hematológicos, neurológicos y psico-comportamentales. Los envases más habituales de este producto contienen 32 miligramos de cafeína por cada 100 mililitros, cuando los envases en los que se comercializa sueles ser de 300 a 500 mililitros.
La ley de la Xunta- que quiere entrar en vigor en pocos meses- justifica que se prohíbe su consumo por parte de menores, dado que pueden producir alteraciones del sonido, ansiedad, irritabilidad, arritmias y otras problemáticas de carácter neurológico o psicocomportamental. "Además, es preocupante su mezcla con alcohol, ya que las bebidas energéticas enmascaran los efectos depresivos de las bebidas alcohólicas", señalan.
Según una encuesta del Ministerio de Sanidad de España, más del 40% de los jóvenes de 15 a 24 años han consumido estas bebidas en el último mes. Además, el informe de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) destaca que 62% de los adolescentes las prefieren. Su consumo es mayor en los chicos (49,7%) que en las chicas (31,1%). Además, el 16% de los estudiantes de 14 a 18 años había mezclado alcohol con bebidas energéticas en los últimos 30 días.
Petición para que se prohíba en Andalucía
La Sociedad Española de Epidemiología (SEE) ha expresado su apoyo a las medidas que plantean algunas comunidades para regular el consumo de bebidas energéticas entre los menores por contener grandes cantidades de azúcar y cafeína, así como aumentar el riesgo de obesidad y alterar el sueño. Castilla y León y la Comunidad Valenciana se plantean imitar también a Galicia.
En Andalucía ya se han hecho peticiones a la Junta desde el Colegio de Médicos de Málaga, que espera que la comunidad siga el ejemplo de la gallega y mostró su preocupación porque la población infantil y adolescente considere estas bebidas como un refresco más e incluso que las mezclen con alcohol: "Es un cóctel explosivo". "Es importante que las familias no las compren en casa y que desaconsejen a sus hijos su consumo explicándole los riesgos para su salud".
Y que los facultativos malagueños las consideran un "problema de salud pública" por los riesgos cardiovasculares, neurológicos así como por alteraciones en el sueño y el comportamiento. Su presidente, Pedro Navarro, recordó que el consumo habitual de bebidas energéticas es perjudicial para la salud ya que contienen cantidades de cafeína, taurina y azúcar que duplican la dosis diaria recomendada por la Organización Mundial de la Salud. "Nos enfrentamos a un nuevo problema de salud pública que requiere nuestra atención para encontrar soluciones lo antes posible", manifestó.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha lanzado alertas reiteradas sobre los peligros, especialmente cuando se consumen con alcohol, pero su popularidad sigue en aumento.
Normativa y multas
Con esta nueva normativa, en Galicia no estará permitido dirigir publicidad de bebidas energéticas a menores de edad. Igualmente, no podrán ser promocionadas en centros sanitarios, centros docentes para menores y centros destinados a menores, en espacios recreativos como parques temáticos, espacios de entretenimiento o divulgación y en recintos o espacios de actividades deportivas en el momento en que deportistas o practicantes sean mayoritariamente personas menores. En estos mismos espacios, estará prohibida la venta de bebidas energéticas. En cuanto a la publicidad, entendiendo el poder de influencia sobre infancia y adolescencia, los eventos dirigidos a menores no podrán estar patrocinados por este tipo de productos.
Además, al igual que las personas menores no tendrán permitido consumir, ni tener ni comprar bebidas energéticas, estará prohibida su venta a menores así como su presencia en máquinas expendedoras. En el resto de establecimientos, la localización de las bebidas energéticas deberá estar separada de los refrescos para evitar que se conciban como productos similares y deberá exigirse el DNI para acreditar la mayoría de edad de la persona consumidora, salvo que sea evidente de forma clara.
La ley incluirá las sanciones correspondientes a cada tipo de infracción, para garantizar su cumplimiento, aunque se especifica que las infracciones leves o graves pueden sustituir la multa correspondiente por programas preventivos o asistenciales que la Consellería de Sanidade ya facilita actualmente a través de unidades de prevención de conductas adictivas en ayuntamientos o asociaciones.
La multas más graves implican una sanción de 15.000 euros, como la venta a menores por parte de un local. Por consumo el menor se enfrentaría a 600 euros y si un adulto se la ha comprado, estaría multado con 6.000 euros.
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