Estos son los beneficios de comer plátanos, pero ¿es bueno comerlo todos los días?

La dieta mediterránea es una de las más recomendadas para todas aquellas personas que quieren llevar un estilo de vida sano y equilibrado, y en ella, las frutas y las verduras juegan un papel esencial. Tan buena fama tiene esta forma de alimentación que hasta la Organización Mundial de la Salud (OMS) se ha alineado en este sentido con esta dieta para recomendar el consumo de cinco porciones de frutas y verduras al día.

Y es que, lo hemos escuchado desde pequeños, comer fruta es fundamental para la salud: sus propiedades y nutrientes ayudan a prevenir enfermedades, su alto contenido en fibra favorece el correcto funcionamiento intestinal, contiene gran cantidad de minerales y son fuente de innumerables vitaminas, contienen pocas calorías, ayudan a depurar el organismo y son una de las mejores fuentes de antioxidantes naturales. Además, las hay casi para todos los gustos (dulces o algo más ácidas), algunas son coloridas por si solemos ‘comer con los ojos’, versátiles en la cocina, con piezas que combinadas pueden constituir incluso un plato principal en un almuerzo o que pueden servir para ayudar a montar salsas de acompañamiento.

Dentro de este amplio abanico de posibilidades, el plátano es una de las frutas que se presenta como más atractivas: es fácil de pelar, sin necesidad de usar cuchillos por ejemplo, por lo que es posible trasladarla con comodidad para tomarla en el trabajo o durante el recreo en el colegio. Puede ser más o menos dulce según nos guste en función de su grado de maduración y es una fruta que prácticamente se puede comprar en cualquier momento del año.

Además, los beneficios más destacados del plátano son:

• Mejora tu salud intestinal por su alto contenido en fibra, lo que mejorará tus procesos digestivos y tránsito intestinal. Además, puede contener almidón resistente, un tipo de carbohidrato complejo que no se ve afectado por la digestión, por lo que puede llegar hasta el intestino, donde servirá para alimentar a las bacterias "buenas" que se localizan allí.
• Mejora la salud cardiovascular porque es una excelente fuente de potasio, el cual es un mineral capaz de generar una pequeña carga eléctrica en tu cuerpo ( se trata de un electrolito). Este electrolito hace que los músculos del cuerpo se contraigan, también los del corazón. Esto regula sus latidos. Además, el potasio también ayuda a contrarrestar los niveles de sodio en nuestra sangre. Asimismo, al ser rico en fibra se disminuye las posibilidades de sufrir enfermedades coronarias y cardiovasculares.
• Aliado en el ejercicio. Cuando se hace deporte tu cuerpo consume más glucógeno ya que necesita energía al incrementar la actividad. El almidón del plátano va pasando a forma de azúcar libre, que se metaboliza con mayor rapidez. Por tanto, un exceso de plátanos en su forma más madura sería mala opción si se busca perder peso, pero buena opción en caso de deportes de alto rendimiento. Además, al ser rico en potasio el plátano actúa como una bebida deportiva y nos ayuda a mantenernos hidratados.
• Piel sana. Su contenido en Vitamina A, conocida como Betacarotenos, ayuda al mantenimiento de los dientes, tejidos óseos y al cuidado y de una piel sana.
• Ayuda a la memoria. Su contenido de potasio, magnesio y vitamina C son esenciales para cuidar la memoria. Además, el plátano es rico vitamina B6 que ayuda a la producción de serotonina, norepinefrina y dopamina, transmisores relacionados con la concentración
• Ayuda a eliminar líquidos. Generalmente, las verduras y hortalizas ayudan a combatir la retención de líquidos, ya que son alimentos ricos en potasio. En el caso del plátano, de nuevo, su alto contenido en potasio regula la cantidad de agua en nuestro organismo y nos ayuda a eliminar líquidos.

Qué pasa si comemos plátano todos los días

Como ocurre con la mayor parte de las cosas en la vida, la virtud está en el término medio y en muchas ocasiones, el exceso de algo también es malo, por mucho que ese ‘algo’ sea sano. En el caso del plátano es necesario tener en cuenta que su consumo excesivo puede provocar efectos contraproducentes. Es verdad que se consideraría un consumo excesivo tomar 4-5 plátanos cada día, algo que es probable que poca gente haga.

Los hidratos de carbono del plátano, en grandes dosis, puede llegar a alterar los niveles de azúcar en sangre por lo que las personas diabéticas tendrán que contenerse en su consumo. También las personas con obesidad porque por este motivo, una ingesta excesiva podría desembocar en un aumento involuntario de peso. El exceso de potasio también puede provocar irregularidades en el latido del corazón.