Estos son los beneficios de los frutos secos en la dieta mediterránea
Tomados con moderación, los frutos secos tienen múltiples beneficios para la salud
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De un tiempo a esta parte, comer frutos secos se ha convertido en una rutina habitual dentro de una alimentación saludable. Y es que los especialistas en nutrición no dejan de repetir los efectos beneficiosos que tiene para la salud incluir estos productos hipercalóricos en la dieta.
Las nueces, las almendras, los pistachos... son los snaks ideales para evitar el 'picoteo' entre horas de otros alimentos menos saludables. Tomados de manera moderada no sólo nos ayudarán a controlar nuestro peso sino que también contribuirán a combatir la inflamación y las enfermerdades cardíacas, a aumentar el colesterol 'bueno' y a bajar el 'malo', entre otros muchos beneficios.
¿Cuáles son los principales beneficios de los frutos secos?
Además de ser una importante fuente de proteínas (algo especialmente demandando por los más deportistas), la mayoría de los frutos secos son ricos en grasas insaturadas, ácidos grasos omega-3, fibra, esteroles vegetales (una sustancia que también puede ayudar a reducir el colestero) y l-arginina, que ayuda a mejorar en general la salud de los vasos sanguíneos.
Según todas las investigaciones, consumir frutos secos de forma regular puede contribuir de la siguiente manera:
- Mejorar la salud de las arterias
- Disminuir la inflamación relacionada con enfermedades cardíacas
- Disminuir el riesgo de coágulos sanguíneos, que pueden causar ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares
- Disminuir el riesgo de tener presión arterial alta
- Disminuir el riesgo de muerte prematura debido a una enfermedad cardíaca
- Reducir los niveles del colesterol no saludable, en particular el colesterol de las lipoproteínas de baja densidad (LDL, por sus siglas en inglés, o “malo”) y los triglicéridos, que pueden bloquear las arterias
¿Qué cantidad de fruto secos es la saludable?
Aunque los beneficios sean muchos, como en la mayor parte de los aspectos de la vidad, la virtud está en la moderación porque no debemos olvidar que aunque sean portadores de grasas saludables, las calorías siguen sumando.
Los adultos deben procurar comer aproximadamente de 4 a 6 porciones (un puñado pequeño) de frutos secos sin sal por semana como parte de una alimentación saludable. En el caso de los niños, las recomendaciones en torno a las porciones varían según la edad. Pregúntale al pediatra cuántas porciones de frutos secos son las indicadas para tu hijo.
También es mejor elegir frutos secos crudos o tostados en seco, en lugar de frutos secos cocidos en aceite. Las almendras, las nueces de macadamia, las avellanas y las nueces pecanas también parecen ser bastante saludables para el corazón. También lo son los cacahuetes (que técnicamente no son frutos secos, sino legumbres).
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