El cangrejo azul, una especie invasora en Cádiz, famosa en la cocina de lujo

Gastronomía

El mejor chef del mundo 2022 se declara un apasionado de este crustáceo

Cangrejo azul: una nueva amenaza para Cádiz

El cangrejo azul capturado por unos pescadores en San Fernando mostrando toda su voracidad.
El cangrejo azul capturado por unos pescadores en San Fernando mostrando toda su voracidad. / Julio González
R. D.

10 de octubre 2022 - 13:25

Cangrejo azul marinado en vinagre de arroz, cangrejo azul y kimchi... son algunas de las creaciones de Dabid Muñoz, que se declara un enamorado de este crustáceo. Tanto, que hasta en estreno de 'El novato', el nuevo programa de entrevistas de Joaquín Sánchez, puso al bético a hacer unas lentejas con cangrejo azul.

Y el cangrejo azul es un ingrediente que como poco sorprendió a muchos telespectadores. Sin embargo, los pescadores de Sanlúcar y en general los que faenan en toda la desembocadura del Guadalquivir lo conocen bien, por desgracia.

El cangrejo azul está considerada una especie invasora en toda la zona a la que le pirran los langostinos, hasta el punto de que los pescadores sanluqueños hablan sin tapujos de una pérdida alarmante de capturas por este motivo. La Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible estuvo preparando a mediados de marzo un proyecto de orden que permitirá la captura del cangrejo azul a las embarcaciones que faenan en la desembocadura del Guadalquivir como forma de combatir esa invasión.

¿Cómo es el cangrejo azul?

Tal y como ha sucedido con otras especies invasoras, el cangrejo azul (Callinectes sapidus) llegó a las costas españolas como polizón en las aguas de lastre de los grandes mercantes. Actualmente se ha adaptado a miles de kilómetros de su hogar, en las aguas del estado de Lousiana, en la costa Este de los EEUU. Hablamos de un crustáceo de grandes dimensiones (puede alcanzar hasta un kilo de peso), duro como una roca y muy superior al cangrejo autóctono en el cuerpo a cuerpo.

En España a este nuevo cangrejo con sus grandes pinzas azuladas se le vio por primera vez allá por 2012 en el Delta del Ebro y resultó un auténtico desastre para la biodiversidad.

La Cofradía de Pescadores de Sanlúcar comenzó a dar la voz de alarma en el año 2018. Entonces ya se temieron que iba a ser un problema muy serio. Han pasado unos años y sus peores temores se han confirmado. El problema que existe en el estuario es que el lugar en que se concentra esta especie invasora es zona A de la reserva de pesca del Guadalquivir y está prohibido cualquier tipo de pesca. En este punto, el proyecto de orden de la Junta vendría a permitir la inclusión de esta especie entre las permitidas para el marisqueo en el Bajo Guadalquivir. Según explicó la Junta el pasado noviembre, se trata de un animal con una alta capacidad reproductiva y con una gran voracidad, por lo que su expansión "puede poner en riesgo el equilibrio estuárico de la Desembocadura del Guadalquivir, dificultando, entre otros, actividades como la pesca y la acuicultura".

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