Una clienta reclama a un bar y la respuesta abre debate en Twitter: "Quizá confundieron un restaurante con un Chiquipark"

Sociedad

Terrazas de algunos establecimientos hosteleros de la calle Real de San Fernando.
Terrazas de algunos establecimientos hosteleros de la calle Real de San Fernando. / Julio González
R.D.

29 de junio 2023 - 15:34

La cuenta de Twitter "Soy camarero" se ha hecho eco del fenómeno que sucedió en un local de hostelería, cuyos protagonistas de la historia eran unos niños que estaban formando el escándalo, irrumpiendo la tranquilidad de los demás consumidores. El perfil ha viralizado las capturas de pantalla en la cuenta y ha conseguido más de 600.000 visitas. La reseña de la madre afectada decía así: "Se entiende que los niños son niños, pero los padres son los responsables de estar pendientes de ellos.

Si bien, la clienta, molesta por el trato recibido en el local hacia sus hijos que estaban jugando con una maquina de juguetes, decía lo siguiente: "No son bien recibidos. Estuve tomando un café y unos helados y esta persona les gritó a los niños en dos ocasiones". Se queja de los gritos de la persona que los atendió. Estos gritos los define como: "totalmente desproporcionados", reclamando el mal servicio que les ofreció el encargado de atenderles.

La usuaria sigue con la queja alegando que: "Los niños lo único que hacían era jugar a una máquina de gancho de regalos, que precisamente es para los niños. Por no entrar en conflicto con esta persona, que tiene pinta de no tener la mínima empatía, simplemente recogimos y nos fuimos ese trato no es de recibo ni para un adulto ni menos para unos niños". Como conclusión termina diciendo que no pensarían volver, tras la desagradable experiencia que les fue ofrecida.

La reseña de la perjudicada tuvo su respuesta

El propietario del establecimiento contestó así:" Lamentamos mucho que no disfrutaran de su paso por nuestro establecimiento. Todo ha sido fruto de una confusión: la suya". No se quedó corto, pues este les refiere: "Quizá confundieron un bar-restaurante con un Chiquipark", lugar al que el hostelero manda a estas personas para la próxima vez que: "quieran tomarse algo desentendiéndose por completo de lo que hacen sus hijos".

Si bien les comentó que su negocio no servía como lugar para desentenderse de los pequeños, los cuales estaban formando escándalo mientras que estaban subidos a las sillas gritando o zarandeando la máquina del pulpo. Precisando que la máquina de juegos tuvo que ser reparada después de que la utilizaran. El tarto de los niños con el mobiliario del bar fue desafortunado: "No es para tratar de trampearla y tumbarla para que saque los regalos a la fuerza", comenta. Puso de ejemplo las ocasiones que muchas familias han decido estar allí con sus hijos y que nunca se ha dado una situación similar.

Estos sucesos de mal comportamiento de los pequeños y su maleducada actitud, se debe a la desatención de los padres que tampoco tienen respeto hacia los demás usuarios de la sala, venían a referirse. Desmintió también el hecho que se les llamara la atención dos veces, aclarando que fue una sola vez la que uno de los camareros tuvo que dar un toque de atención para que parasen de molestar a los demás clientes.

El debate de Twitter

La noticia no dejó sin la oportunidad de opinar sobre lo sucedido a los usuarios de la comunidad de Twitter. Muchos de ellos alabaron la respuesta del propietario. Ya que coincidieron en que estas situaciones se dan con cierta frecuencia en el día a día, debido al comportamiento de desinterés que muestran los responsables de los niños cuando acuden a un lugar público. Los distintos perfiles de la red social fueron comentando con mensajes del tipo:

"Como padre de tres criaturas, totalmente de acuerdo con el dueño del local. También debo decir, que hay adultos que dejan mucho que desear en su comportamiento." Muestra la postura de sentirse responsable del escándalo que formarían sus hijos. Un comentario de reconocimiento al mérito de las palabras del propietario, dijo así: "Soy padre y abuelo, considero fuera de todo lugar la reclamación de los clientes, que son y somos los responsables de nuestros menores. Estoy totalmente de acuerdo, como cliente, con la respuesta del bar", del mismo modo mostraba como responsables a los clientes del lugar, concediéndole toda la razón al personal del negocio.

Otro de ellos comentó: "Tienen más razón que un santo. Además de ir a un Chiquipark quizás deberían también ir al otorrino. El diagnóstico es "oído selectivo": no escucho los gritos de mis hijos pero sí las llamadas de atención del encargado". Haciendo referencia a la susceptibilidad que muestran tener la sociedad actual, la cual se exime de cualquier problema asociado directamente con ellos, exponiendo distintas excusas.

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