¿Cómo vuela un globo aerostático?

El aire caliente es la clave

Globos aerostáticos surcando el cielo.
Globos aerostáticos surcando el cielo.
D.M.R.

20 de octubre 2020 - 07:00

Volar se ha convertido ya en parte de nuestra rutina. Miles de aviones y helicópteros despegan cada día en cualquier parte del mundo, pero hubo un día en que el globo fue el rey de los cielos. El globo aerostático fue allá por el siglo XVIII, de hecho, la primera experiencia del hombre surcando las alturas. Fueron los franceses hermanos Montgolfier los que teorizaron con la posibilidad de utilizar el aire caliente para surcar el cielo y posteriormente lo llevaron a la práctica, pero su origen data en realidad de varios cientos de años atrás. Vuelo en globo por Arcos: una experiencia solidaria de altos vuelos.

Como diría el doctor Sheldon Cooper (el cerebrito de The Big Bang Theory), el primer paso para viajar en globo está en una soleada mañana en la antigua Grecia, pues esta tecnología se basa en el principio de los fluidos de Arquímedes, que como bien saben (y según la siempre oportuna Wikipedia) consiste en que “un cuerpo total o parcialmente sumergido en un fluido en reposo experimenta un empuje vertical hacia arriba igual al peso del fluido desalojado”.

Al ver elevarse el humo de una hoguera, los Montgolfier entendieron que el aire caliente es más liviano que el frío e idearon una manera para ponerlo en práctica. Y así un gallo, una oveja y una oca fueron los primeros aeronautas de la historia. Más tarde Jean-François Pilâtre de Rozier y su acompañante Pierre Romain fueron los primeros humanos en surcar el cielo, pasando también a la historia como las primeras víctimas de accidente aéreo de la historia. Por suerte varios siglos nos separan de aquel momento y hoy en día viajar en globo es una experiencia recreativa y muy segura.

Así es un globo aerostático

Anatomía de un globo aerostático.
Anatomía de un globo aerostático. / Dpto. Infografía

Secuencia de vuelo

En un vuelo en globo el piloto tiene el control sobre la altura pero no sobre la dirección del viaje, que queda a merced del viento. Conviene, por tanto, conocer las previsiones meteorológicas antes de emprender la marcha para evitar sorpresas. Si los condicionantes atmosféricos lo permiten, lo primero es asegurar la vela e inflarla con unos potentes ventiladores. La puesta en marcha de los quemadores, que generan un flujo de aire caliente en el interior de la vela, dejan el globo listo para su despegue.

Secuencia de vuelo
Secuencia de vuelo / Dpto. Infografía
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