Consejos para evitar ahogamientos en playas y piscinas

Este pasado lunes sucedió un triste suceso en Sanlúcar de Barrameda: un niño, de tan solo tres años, perdía la vida tras caer a una piscina en un domicilio de la calle Juan de Zubileta. Desgraciadamente este tipo de sucesos se repite con demasiada frecuencia una vez que comienza el verano y es raro el día en que no se publica una noticia de este tipo. El año pasado, Andalucía fue la comunidad autónoma donde más personas murieron de manera no intencional por ahogamiento: 68, lo que supuso 19 más que el año anterior. En todo el territorio nacional la cifra se elevó hasta las 422 muertes, lo que generó un aumento del 8% con respecto a 2022.

Estos datos convierten a 2023 en el peor año de fallecimientos por ahogamiento desde 2019 y el cuarto registro con más pérdidas de vidas humanas en la serie histórica, desde que empezara la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo a contabilizarlo en 2015.

Por ello es fundamental tener presentes unas pautas para evitar que estos tristes hechos se repitan cada verano. Aquí añadimos unas pautas sencillas, pero imprescindibles, para intentar que no ocurra.

Consejos para evitar ahogamientos en piscinas

• Las piscinas privadas deben tener un vallado completo que impida que los niños puedan acceder a ella con facilidad.
• Los niños se deben bañar siempre acompañados y en la zona de menor profundidad.
• Enseña a nadar a los niños para que puedan aprender a desenvolverse ante una situación de peligro.
• No hay que perder ni un solo momento de vista a los niños.
• Mantener alejados de la piscina juguetes u objetos que llamen la atención del niño y al sentirse atraído por ellos le hagan acercarse al agua.
• Todas las piscinas que pertenecen a una comunidad de vecinos está obligadas a tener un socorrista de forma permanente durante la temporada de verano y cerrarse cuando finaliza la jornada laboral de éste, asegurándose de que nadie pueda a acceder a ella durante la noche.

Consejos para evitar ahogamientos en playas

• Bañarse en playas vigiladas por socorristas y que cuenten con servicios de salvamento.
• Respetar las banderas con las que se advierte del estado del mar: verde, no hay riesgo; amarilla, bañarse con precaución y sin alejarse de la orilla; y roja, no bañarse.
• Si no se sabe nadar, utilizar un chaleco salvavidas, no un flotador.
• Los padres deben vigilar en todo momento a los niños y estar con ellos cuando se bañan. Un niño se puede ahogar en zonas de apenas 30 centímetros de profundidad.
• No bañarse de noche.
• Evitar bañarse si se ha consumido alcohol, el 26% de las muertes por ahogamiento en Europa tienen que ver con el alcohol.
• Evitar tirarse cabeza en zonas de las que no se conoce su profundidad y si no se conoce la técnica correcta para hacerlo.
• Respetar el tiempo de digestión.
• Si el agua está demasiado fría, entrar poco a poco o mojarse antes para dar tiempo a que el cuerpo se acostumbre.
• Salir del agua si se está cansado o se siente frío.
• Si se practica algún deporte náutico debe hacerse con responsabilidad, siguiendo todas las normas de seguridad y lejos de la zona de baño.