Las multas de más de mil euros por avisar de controles de tráfico en redes sociales o grupos de Whatsapp
Entre ciertos conductores se había establecido como norma el uso de redes sociales para evitarlos
Controles de tráfico en Cádiz: casi 300 denuncias y 50 conductores positivos por alcohol y drogas en dos días
Tráfico persigue los grupos de Whatsapp y cuentas de redes sociales que avisan de controles en la carretera. Los administradores de estas cuentas y las personas que envíen información a otros conductores se exponen a una multa. Los primeros precedentes ya existen. Además, el Gobierno ya trabaja para que exista una normativa específica.
De hecho, ya hay casos reales de personas sancionadas por notificar radares. Según informa Diario de Pontevedra, un juzgado de Vigo condenó al administrador de uno de estos grupos de Whatsapp con multas de 1.200 euros por cada control destapado. Y a 20 usuarios que alertaron de los mismos con 600 euros a cada uno.
De momento, no existe articulado para penalizar estas prácticas. Hasta ahora, los agentes han estado aplicando la Ley de Seguridad Ciudadana o argumentando que se está obstruyendo su labor mientras que no llega el texto legal. Por ejemplo, muchas de las denuncias de los agentes de la Guardia Civil apelan al artículo 36.23 de la Ley de Seguridad Ciudadana. En él se expresa la prohibición del “uso no autorizado de imágenes o datos personales o profesionales de autoridades o miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad que pueda poner en peligro la seguridad personal". Aunque, tal como reconoce la DGT en un artículo publicado en su propia web, esto no siempre es suficiente. Pues no todos los avisos a otros conductores incluyen imágenes de policías.
La ley multará a los que informen por grupos de Whatsapp de un control
El pasado 28 de mayo de 2024, la Comisión sobre Seguridad Vial del Congreso de los Diputados, aprobó una proposición no de ley para modificar el artículo 77 de la ley sobre Tráfico con el fin de "sancionar a quienes proporcionen información o dificulten la labor de control del incumplimiento de las normas de circulación".
Precisamente, el caso de Vigo fue expuesto como un caso de obstrucción de una investigación de la Guardia Civil contra el crimen organizado. Ante la advertencia de la existencia de los controles, los delincuentes encontraron una vía alternativa para sortear a los efectivos policiales. "Entorpecen la labor de la Guardia Civil y policías e impiden que se detenga a conductores que han tomado alcohol o drogas o van a una velocidad excesiva", dicen desde Tráfico. Desde este organismo se mantiene que es peligroso "no saber a quién avisas". Y mantienen que los conductores deben de tomar conciencia, ya que de manera indirecta se puede estar ayudando a delincuentes o permitiendo que una persona bajo las efectos del alcohol mate a otra al volante por el simple hecho de esquivar un control.
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