Dormir con calcetines no es recomendable: estas son las razones

En el tema del dormir no suele haber gustos a media. Hay quien prefiere oscuridad absoluta y otros que necesitan un poquito de claridad; quien precisan silencio absoluto y quien es capaz de dormirse con bullicio a su alrededor; quien se tapa en cualquier época del año y los que se adaptan mejor a la estación. Y con el uso de los calcetines, pasa casi lo mismo: quien no puede dormir sin tener los pies calentitos y los que prefieren dejarlos más al aire.

Esta acción, la de colocarse los calcetines o alguna media justo antes de meterse en la cama, que no es mala de por sí, puede tener efectos negativos en nuestra salud y nuestra piel, aunque, todo sea dicho, resulte una práctica de lo más reconfortante para las personas de extremidades algo más frías. Sólo tendrán que poner en la balanza los pros y los contras de esta manera de dormir y decidir si cambiar del todo la rutina o poner los remedios para evitar sus efectos más prejudiciales.

Entre los beneficios de dormir con calcetines está que estas prendas ayudan a una mayor vasodilatación de nuestros pies que permite distribuir el calor por todo nuestro cuerpo, preparándolo para dormir. De hecho, según la Fundación Nacional del Sueño (NSF, en sus siglas en inglés) de Estados Unidos, mientras más vasodilatación se dé en pies y manos menos tiempo necesitaremos para dormirnos.

Además, ayuda también a entrar en la cama más relajados y predispuestos al sueño, especialmente en épocas en las que hace más frío y el solo hecho de meterse entre las sábanas, que indudablemente estarán también frías, suponen un suplicio para cualquiera.

También pueden ser un gran aliado a la hora de hidratar nuestro pies o si usamos alguna crema específica para los talones agrietados. Con los calcetines, las pomadas se retienen más y se logra una mayor efectividad.

¿Es bueno dormir con calcetines?

En el otro extremo de la balanza están quienes piensan que dormir con calcetines es poco menos que antinatural y que puede conllevar más inconvenientes que ventajas. En este sentido, hay que recordar que no todos los calcetines son buenos para dormir. Habría que evitar aquellos que compriman excesivamente el pie o que tenga gomas que aprieten en algún punto concreto de la pierna o los que no sean de tejidos apropiados, por ser demasiado gordo o poco transpirables.

El primer argumento que ofrecen es que los calcetines pueden provocar problemas circulatorios, en parte porque, al tener los pies cubiertos, el cuerpo no necesita regular la temperatura de las partes más frías y reduce la circulación y bombeo de la sangre hasta esas extremidades.

También alertan porque el uso de calcetines, especialmente los que no tienen un material poroso, pueden acabar provocando mal olor, especialmente si la práctica se mantiene incluso en las noches más calurosas.

Por último, es que según un estudio del Servicio de Medicina Interna del Hospital Ramón y Cajal, dormir con calcetines puede provocar infecciones y la aparición de hongos, en parte porque si estas prendas no están limpias, pueden llegar a acumular bacterias en el tejido que facilitarían la aparición de enfermedades de la piel.