Las duchas de las playas en sequía: cuando el agua es un lujo

Municipios costeros de Cádiz empiezan a adoptar medidas para controlar el uso del agua en los arenales de la provincia

Ya son tres los municipios sin duchas en sus playas por la sequía

La sequía amenaza las duchas en las playas de Cádiz para este verano 2023

Una ducha en la playa de la Victoria en Cádiz. / Miguel Gómez

La escasez de lluvias de esta primavera está llevando a algunos municipios de Cádiz a plantear de cara al verano medidas de ahorro hídrico para tratar de evitar o retrasar los efectos más negativos de la sequía como son las restricciones de agua. Con los embalses de la provincia al 24,73% de su capacidad y sin visos por ahora de que se vayan a producir precipitaciones intensas, varios ayuntamientos han comenzado a adoptar medidas para restringir el uso de agua potable en estos espacios públicos y evitar en la medida de lo posible el despilfarro que pueda llegar a producirse.

Y con la temporada veraniega ya comenzada, la mayor parte de esos consistorios están fijando sus ojos en las duchas de las playas. Sin embargo existe poca unanimidad de actuación en un tema que, a falta de una hoja de ruta a seguir por parte de la Junta de Andalucía, cada uno está solventando como puede.

Por un lado, los ayuntamientos de San Roque, Chipiona y Vejer ya han anunciado que este año sus playas no contarán con servicios de duchas. "Turísticamente no podemos hacer un derroche de agua en estas circunstancias", aseguraba Luis Mario Aparcero, alcalde de Chipiona, a finales de abril, cuando se adoptó la decisión. "Reaccionamos a las cientos de peticiones ciudadanas y por sentido de la responsabilidad", explicaba el Ayuntamiento de Vejer al anunciar una medida que afectaba a la playa de El Palmar.

En el extremo de la balanza, municipios como El Puerto o Cádiz, cuyos consistorios ya anunciaron que sus planes de playas previstos para este año no iban a ser variados, al menos por ahora.

El gasto de recursos hídricos de las duchas siempre ha sido de grandes cifras. Hace dos décadas, el periodista Emilio López informaba en este periódico que el consumo de las cuatro playas durante los meses de julio y agosto ascendía hasta los 30 millones de litros, según fuentes de la empresa Aguas de Cádiz. Unos 240.000 litros diarios gastados en la ciudad gaditana. Unas cifras que se ponen en la diana a la hora de tratar de economizar agua en puntos masificados como las playas. Pero, ¿cerrar las duchas es la única solución?

En Málaga, por ejemplo, durante la campaña electoral de las elecciones municipales, el PP de Francisco de la Torre anunció que el próximo año instalará en las playas de la ciudad duchas inteligentes para ahorrar 82 millones de litros de agua al año, para lo cual se cambiarán las 36 tomas de agua de las duchas y se sustituirán por desaladoras alimentadas por energía solar.

Esta línea, la de las ducha inteligentes, también se ha estado pensando en las playas de El Puerto. La empresa Tecysa, con sede en Jerez, está probando desde el año pasado dos patentes de tecnología aplicada al medio ambiente que contribuirán sin duda a mejorar la gestión del litoral. Una de las patentes consiste en unas duchas inteligentes para las playas (de las que ya el verano pasado se instalaron seis unidades, que volverán a estar operativas este año) y que gracias a la teconología conocen a tiempo real el agua que se está consumiendo, así como los picos de frecuencia de uso.

Estos parámetros, que llegan a tiempo real a los terminales móviles del personal municipal de Playas, permiten realizar mejoras en el servicio y enviar mensajes de concienciación por megafonía en el momento preciso. Seis de estos dispositivos se ubicarán de nuevo este año en las playas de Valdelagrana, La Puntilla, La Muralla, Las Redes y Fuentebravía. La ducha inteligente se alimenta con un panel solar en su parte superior que activa tanto sus sensores como la conexión GPRS que permite su control remoto. Una aplicación móvil permite conocer datos como el consumo, el conteo de usuarios, las horas de mayor demanda o avisos de avería a tiempo real. También avisa de eventualidades como posibles fugas de agua o actos vandálicos. Esta información contribuye a la toma de decisiones para mejorar las infraestructuras del litoral portuense.

También empieza a hablarse de la posibilidad de cobrar por usar el agua de estas duchas. En los municipios en los que se hace, cobran apenas unos céntimos por minuto de uso de las duchas o usar los lavamientos. En estos casos, se podría pagar con tarjeta bancaria o algún tipo de soporte recargable, como el que se usa por ejemplo en el transporte público por ciudad.

Los hay más drásticos incluso, aquellos que opinan que las duchas se deberían de quitar y que cada uno se retire el salitre de la piel en su propio domicilio y por cuenta de su bolsillo.

Al menos, parece que soluciones existen para tratar de poner freno a un gasto de agua que podría estar más controlado, especialmente en momentos de sequía como el actual.

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