Estrías blancas en el pollo: qué significa y cómo afecta a nuestra salud

El informe publicado esta semana por el Observatorio del Bienestar Animal denuncia que casi toda la carne de pollo de los supermercados Lidl están afectados por miopatía de estrías blancas. Ese trabajo realizado en más de 321 supermercados Lidl de España concluye que el 98% contiene estas marcas que son consecuencia de la cría del pollo. Si bien, este es un aspecto que afecta al sistema de producción en general. Por lo que es posible encontrar este problema en más cadenas.

La enfermedad de las estrías blancas en pollos se revela en aquellas aves que han tenido un crecimiento rápido. Para acelerar su consumo cuanto antes, al animal se le aplica una dieta alimenticia que le permite ganar de peso de forma más acelerada. De esta forma, la pechuga del pollo acaba quedándose a un tamaño mucho mayor que el resto del cuerpo. Ante el crecimiento desproporcionado, las fibras musculares no reciben suficiente sangre y oxígeno, de ahí que aparezcan las estrías blancas, se aclara en el informe. De todas las bandejas analizadas, los investigadores llegaron a la conclusión de que en un 98% de casos había una presencia clara de marcas en la superficie pectoral del pollo.

Este Observatorio pide que la cadena de supermercados mejore acogiéndose al Compromiso Europeo del Pollo, un acuerdo voluntario de 40 ONGs europeas donde se dan una serie de consejos para garantizar el bienestar animal y la calidad nutricional. En él se solicita respetar la lesgilación europea de bienestar animal, acabar con el hacinamiento de aves y un crecimiento natural, entre otras peticiones. Los pollos de crecimiento rápido alcanzan el peso máximo en unos 45 días, multiplicando con creces lo normal en esta especie. Una de las principales señaladas es Lidl por no acogerse a ese Compromiso Europeo del Pollo, como sí han hecho otras marcas reconocidas en España.

¿Qué pasa si consumo pollo con estrías blancas?

Comer pollo con estrías blancas no supone un grave riesgo para la salud. Sin embargo, la calidad del pollo no es la idónea. En España, el Ministerio de Agricultura cifró en un 14% el aumento del consumo de pollo. Estas estrías blancas, se apunta en el estudio, son reductos de grasa que aparecen en los músculos, reduciendo su masa muscular y calidad nutricional. Por tanto, según la OBA, consumir esta carne con estrías blancas es peor para la salud por contener un 224% más de grasa, un 10% más de colágeno y hasta un 9% menos de proteínas. Según el estudio, tan solo el 9% de los pollos de crecimiento lento padecen esta enfermedad.