Hoy toca cambiar la hora del reloj: a las 2 de la madrugada, serán las 3
La próxima madrugada del domingo 30 de marzo se adelantarán los relojes para volver al horario de verano
Cambio de hora de este fin de semana: todos los efectos para la salud

La próxima noche toda España volverá al horario de verano, lo que significa más horas de luz. De esta manera, del sábado al domingo, perderemos una hora de sueño al tener que adelantar los relojes de las 2:00 a las 3:00 horas.
Aunque ya cada vez hay que hacerlo menos gracias a los actuales relojes y móviles, por norma general el cambio de hora sigue generando más de un desconcierto cuando nos olvidamos de cambiar los dígitos del horno o del microondas. Unos minutos de descontrol anteriores al recuerdo de que efectivamente durante la madrugada se ha producido ya el cambio de hora.
Cada vez que se procede a un cambio de hora, dos veces al año, se produce el consiguiente debate sobre la necesidad o no de realizarlo, o de los perjuicios que el adelantar o retrasar las manecillas del reloj puede provocar en nuestra salud. Incluso, a pesar de ser un tema ya muy instaurado en la sociedad, se siguen realizando estudios sobre la idoneidad o no de llevarlo a cabo.
Uno de las últimas investigaciones la han desarrollado profesores de la Universidad de Sevilla y la de Compostela y han llegado a la conclusión de que el cambio de hora es "un mecanismo para adaptarse mejor a la estaciones". Este estudio analiza cuál es la mejor hora para arrancar la jornada en vista de la variación de la hora de amanecer, "que se observa por encima de los 30 grados de latitud".
Según ha informado la US en una nota, el análisis realizado por los profesores José María Martín Olalla (Sevilla) y Jorge Mira Pérez (Santiago de Compostela), toma como ejemplo las ciudades de Bogotá y Nueva York, situadas sobre el mismo meridiano, pero a diferente latitud, para señalar que invierno el amanecer se retrasa una hora y media en la segunda ciudad. "Esto retrasa la vida en Nueva York durante el invierno, pero en primavera el retraso del amanecer ha desaparecido y la actividad puede iniciarse antes. El cambio de hora de primavera facilita esa adaptación", ha señalado Jorge Mira.
El estudio recoge diversos ejemplos, actuales y pasados, de sociedades con actividad retrasada en invierno y adelantada en verano, en línea con el papel sincronizador de la luz matinal para el organismo. "Las sociedades modernas tienen varios mecanismos de sincronización. Por ejemplo, el empleo de una hora estándar en una región amplia, o el empleo de horarios preestablecidos. El cambio de hora es otro mecanismo sincronizador, que adapta la actividad humana a la estación correspondiente", ha señalado Martín-Olalla. Lo autores indican que el primer fin de semana de abril y el primer fin de semana de octubre serían los más adecuadas para el cambio de hora.
¿Cómo impacta el cambio de hora en la salud de las personas?
El estudio publicado en RSOS revisa el impacto del cambio estacional de hora en la salud humana considerando dos tipos de efectos: los asociados con el cambio en sí, y los asociados con el periodo de vigencia de la hora de verano.
Para el primer caso los autores señalan que los estudios publicados no han analizado epidemiológicamente el problema y que los indicios sugieren que el impacto es muy débil. "Un estudio muy completo en Estados Unidos reporta un 5% de aumento en accidentes de tráfico en la semana posterior al cambio de primavera, pero soslaya que de un año a otro los accidentes de tráficos semanales fluctúan un 15%. El cambio de hora tiene un impacto, pero es muy débil en comparación con los otros factores que influyen en el problema", ha señalado Mira. "El cambio de hora ha funcionado durante cien años sin perturbaciones graves. El problema es que en los últimos años se ha asociado solo al ahorro de energía cuando, en realidad, es un mecanismo natural de adaptación", ha resaltado Martín-Olalla.
En el segundo caso, los autores señalan que la polémica actual parte de una interpretación errónea del cambio estacional de la hora. Según Martín-Olalla y Mira el cambio de hora no es un salto de zona horaria, ni hace que la población viva ajustada al sol de otro lugar, ni que su ritmo de vida se vea desalineado respecto del sol. "En cierta forma es al revés, el cambio de hora alinea el inicio de la actividad con el amanecer", ha señalado Mira. "En 1810 las Cortes de Cádiz ya hacían este tipo de adaptación estacional y no había husos horarios ni nada del estilo. Simplemente la vida social se reorganiza porque la duración del día en verano permite hacer rutinas matinales a horas que no son bienvenidas durante el invierno", ha destacado Martín-Olalla.
Mira y Martín-Olalla han criticado con dureza los estudios que reportan efectos a largo plazo en el cambio estacional de la hora y que lo asocian con incremento del riesgo de cáncer, pérdida de sueño u obesidad, entre otros. Señalan que estos estudios analizan y reportan los efectos de tener una hora común en una zona horaria de Estados Unidos o de Rusia, pero no dicen nada sobre el cambio estacional de la hora. "Se estudia lo que ocurre, por ejemplo, en Nueva York y en Detroit, en los extremos de la zona horaria de la Costa Este de Estados Unidos, pero en base a acumulados anuales de incidencias. La diferencia horaria entre una y otra ciudad es siempre la misma a lo largo del año. Por tanto, no se puede inferir que los efectos que reportan se asocien con el cambio de hora, que tiene naturaleza estacional", han destacado.
El estudio termina analizando por qué el cambio de hora triunfó en el siglo XX y qué dificultades enfrentan ahora las asociaciones médicas cuando pretenden eliminar la práctica y adoptar la hora de invierno permanente. Señalan que el efecto principal de la medida fue el aumento de las horas de luz durante el segmento de ocio en primavera y verano. "La gente aceptó ir a trabajar antes en primavera y verano si con ello salía antes, y podía disfrutar más la tarde paseando, yendo al parque o la playa, parece una obviedad, pero hay que decirlo", ha señalado Mira.
Por contra la eliminación del cambio de hora se enfrenta un dilema de difícil solución: adelantar la hora de entrada al trabajo cuando más se retrasa el amanecer o retrasar la hora de entrada al trabajo cuando más se adelanta el amanecer. "Las dos opciones van contra la fisiología humana," señala Martín-Olalla que añade "por eso la eliminación del cambio de hora es complicada en Estados Unidos y en Europa". Por su parte, Mira ha indicado que "han abierto una caja de Pandora, han exacerbado las críticas a una práctica natural que funciona razonablemente bien y ahora temen que el remedio sea peor que la enfermedad".
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