Isabel Pantoja recibe una importante visita en Cantora, el sueño campero de Paquirri, tras la muerte de Julián Muñoz
La visita ha durado apenas unos minutos en el interior de la finca
“Hay que echarle mucho valor para vivir lo de Paquirri y seguir toreando”
Isabel Pantoja ha recibido una importante visita en Cantora, el sueño campero de Paquirri en Cádiz, sólo un día después de la muerte de su ex pareja Julián Muñoz. A pesar de que la tonadillera reaccionó con indiferencia total ante el fallecimiento de Muñoz, a quien siempre ha culpado de su entrada en prisión hace una década por un delito de blanqueo de capitales, se ha conocido que esta noticia sí podría trastocar los planes de Pantoja, decidida a vender Cantora para saldar sus problemas económicos, ya que quiere evitar a la prensa a toda costa y esto pasaría por refugiarse en la finca.
En ese sentido, Isabel recibía la inesperada visita de una notaria que podría estar relacionada con la inminente venta de la finca y su posterior traslado a Madrid.
Era su hermano Agustín Pantoja quien le abría la valla y tras pocos minutos en el interior, la notaria abandonaba el lugar a toda velocidad, sin hacer declaraciones a la prensa ni explicar cuál era el motivo exacto de su visita.
40 años de la muerte de Paquirri
El 26 de septiembre de 1984 Francisco Rivera Paquirri murió a consecuencia de una cornada de Avispado en la plaza de toros de Pozoblanco. Paquirri adquirió Cantora, una finca situada en el término municipal de Medina Sidonia y que se convirtió en lugar de residencia de Paquirri e Isabel tras su boda, y continuó siendo la casa de su viuda tras la muerte del torero.
Ahora, los problemas económicos de la que fuera su mujer, la han llevado a ponerla a la venta.
La finca Cantora, o lo que es lo mismo, la herencia que le dejó Paquirri a Isabel Pantoja cuando falleció en septiembre de 1984, es una de la propiedades más famosas de la crónica rosa. Cantora era el proyecto de vida de Paquirri con Isabel, un terreno de 500 hectáreas que cuenta con una casa de dos plantas, piscina, una nave de almacenaje, zona de monte, dehesa, cultivos, cuadras para los animales y una zona de tentadero. En definitiva, todo lo que suele formar parte de un cortijo andaluz.
La finca está ubicada en la carretera A-396, en el término municipal de Medina Sidonia, a unos 7 kilómetros de la citada localidad jandeña. La casa de la finca tiene dos plantas. En la parte baja, de 637 metros cuadrados, hay varios salones y la cocina. En la parte superior se encuentran principalmente los diferentes dormitorios de la estancia. Pero no todo queda ahí, Cantora dispone de todo tipo de comodidades entre las que figuran un salón de juegos, gimnasio, bodega, sauna, oficinas y garajes.
En el año 2017 se puso a la venta con un precio de salida de 7 millones de euros, una cifra superior a su valor de mercado, ya que la tasación de la finca por parte de peritos oficiales del Estado la situaban en una horquilla que oscila entre los 4,5 y los 5 millones de euros. Cabe reseñar que de una hipotética venta el 51% sería para Isabel Pantoja, mientras que el 49% restante iría para su hijo, Kiko Rivera, según se recoge en el testamento de Paquirri.
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