Las multas por tener gallinas para autoconsumo sin registrar: esto es lo que dice la ley

Las sanciones persiguen la producción de alimentos para autoconsumo sin control sanitario

Esta es la moneda de 25 de pesetas que cuesta un millón de euros

Una gallina sale de su corral
Una gallina sale de su corral / Agencias

La posesión de gallinas sin registrar es motivo de multa. El interés en consumir huevos frescos hace que muchos ciudadanos con espacio suficiente en casa quieran contar con un animal en propiedad que le dé fácil acceso a este alimento. No obstante, aunque sea para autoconsumo, la legislación es clara sobre la propiedad de estas aves: todo aquel que tenga gallinas debe registrarlas. Asimismo, las posibles multas por no hacerlo van desde los 300 a los 6.000 euros.

El Real Decreto 637/2021, de 27 de julio, expresa que aunque se tenga un pequeño número de gallinas para consumo propio debe darse de alta en el sistema. Desde el año 2024, esto es obligatorio. Por lo que consumir, y comercializar, los huevos de estos animales estaría contra la ley. La inscripción ha de realizarse en el Registro de Explotaciones Ganaderas de Andalucía (REGA), un requisito indispensable en todos los casos. Así se concreta en el artículo 16.5: "Los titulares de las explotaciones de autoconsumo, tal y como se definen en el artículo 2.h), estarán obligadas a efectuar una comunicación previa para que se incluyan en el Registro general de explotaciones ganaderas".

Otro aspecto que detalla la legislación es que cada dueño tendrá que asignar un veterinario de referencia para contactar con urgencia en caso de enfermedad animal.

Así es el régimen sancionador por no registrar gallinas para autoconsumo

El Real Decreto de 2021 no especifica la cuantía de las sanciones pero remite a otras leyes para fijar las multas. De esta manera, una legislación sobre sanidad animal de 2003 y otra de cuidado animal de 2007 las sanciones leves van de los 600 a los 3.000 euros. En caso de que se perciba que no hay intencionalidad, las autoridades pueden recurrir a un simple apercibimiento, sin sanción económica.

El objetivo del registro de las aves es para asegurar las condiciones higiénicosanitarias óptimas para evitar posibles enfermedades. A partir del control, se puede hacer un seguimiento sobre todas las gallinas. Es una medida de prevención de protección tanto para el animal como para el consumidor.

Al registrarse el animal en el REGA, se asigna un código que es el que requerirán las autoridades siempre que lo necesiten. A su vez, es fundamental para compra y venta de animales o para la petición de ayudas y subvenciones.

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