Un nuevo síntoma tras sufrir el Covid: la hiperestesia

Cádiz/Muchos gaditanos se consuelan pensando que todo es normal después de haber sufrido el Covid. Es normal que le lloren los ojos, es normal sentirse aún cansados, es normal que te duela algún hueso que otro, es normal no sentirse aún uno más en sus puestos de trabajos.

Pero no es simplemente una sensación ya que a medida que pasa el tiempo y más se sabe sobre este virus que dejó congelado al mundo y que aún nos mantiene en alerta máxima, a pesar de haber pasado a un segundo término desde el punto de vista informativo tras la invasión rusa de Ucrania y tras el conflicto laboral de los transportistas, el coronavirus tiene aún muchos rincones aún desconocidos y que irán dando la cara a lo largo que pasa el tiempo.

Al parecer, muchas de estas personas que se han visto contagiadas de la variante Ómicron están mostrando síntomas nuevos que se manifiestan con fuertes dolores en el abdomen y molestias musculares en general, que se suman a los ya conocidos después de dos años de que el virus hiciera cambiar nuestra forma de ver la vida y el mundo.

Los médicos está diagnosticando esta nueva molestia o consecuencia de haber pasado el Covid como hiperestesia, que, según la wikipedia, es un síntoma, más que una dolencia , que se define como una" sensación exagerada de los estímulos táctiles, como la sensación de cosquilleo o embotamiento. Es como lo dice arriba, una sensación por lo que no hay daño real a las fibras nerviosas".

Estos dolores se manifiestan igualmente con molestias en las lumbares y en la parte cervical y de los omoplatos que a veces se puede confundir con una simple contractura muscular pero que nada tiene que ver con ésta porque, según afirman los pacientes que la padecen, da la sensación de que el dolor viene desde dentro de la espalda, o, al menos así lo describen.

La hiperestesia por tanto es un trastorno de la percepción que consiste en una distorsión sensorial por un aumento de la intensidad de las sensaciones, en el que los estímulos, incluso los de baja intensidad, se perciben de forma anormalmente intensa. Por ejemplo, el roce de la ropa sobre la piel puede llegar a ser molesto, o la intensidad de la luz, insoportable para los ojos. Esta exagerada sensibilidad a todo estímulo sensorial aparece en delirios tóxicos, en intoxicaciones agudas producidas por la cocaína o heroína, y en enfermedades mentales como la manía y otras psicosis agudas.