La peculiar talla que refleja cómo debía estar Cristo momentos antes de la crucifixión
Curiosidades
El realista “Cristo de las Llagas” de un pueblo de Córdoba muestra cómo debía estar Jesús el momento previo a ser clavado, tras ser castigado
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El novedoso "Cristo de las Llagas", expuesto públicamente en el Centro de Interpretación Cultural de Hornachuelos (Córdoba), ya se puede admirar. Es una talla poco convencional que se atiene a la realidad científica de la muerte de Jesucristo y que es obra de Juan Cañero. Una obra que impacta por su realismo, llegando incluso a inquietar, y por su calidad técnica.
Juan Cañero, es un artista meloja, formado en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Fernando de Madrid y licenciado y doctor por la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense. Ha ejercido como catedrático de Dibujo en distintas ciudades como Madrid, Córdoba y Cuenca; y tiene obra en diversos museos y colecciones privadas de diferentes países. Cuenta con una dilatada carrera, reconocida en toda España, pero siempre ha sido generoso con su pueblo natal.
Entre sus donaciones al municipio de Hornachuelos figuran una pintura panorámica del pueblo, la colección de Diosas del museo de El Prado que hoy decoran la escalera del Ayuntamiento y 5 obras que están en La Posada en la sala de pintores locales. Ahora el Cristo de las Llagas también forma parte de ese tesoro.
El propio autor relata que esta imagen la empezó a proyectar en el verano de 2005 y nos cuenta como fue el trabajo. “En primer lugar recopilé información histórica que tuviera visos de ser verdad: estatura de Jesucristo, fecha, martirio y crucifixión de la forma usada por los romanos, número de clavos para fijarlo a la cruz, ataduras además de los citados clavos, instrumentos de tortura (látigo de tres colas llamado flagellum), cuantos latigazos recibía un reo según la ley romana, etc…”, explica.
Añade Juan Cañero que se informó de cómo se realizaba la crucifixión, forma de la cruz, peso aproximado, etc. Todo ello encaminado a conocer todo sobre el castigo infringido y el estado físico en que pudo quedar el cuerpo de Jesús llegado el momento de ser clavado en la cruz.
El autor, explica que no es un crucificado al uso, es un crucificado en el momento previo a ser clavado, está tendido en horizontal y aún vivo. La sangre fluye de sus heridas en todas las direcciones y no en sentido vertical como sería lógico, si estuviera en la cruz ya elevada. Por este mismo motivo tampoco tiene la herida de la lanza en el costado. El gesto de su rostro es de intensísimo dolor y parece querer mirar su muñeca derecha, recién taladrada por el clavo.
Según cuentan los Evangelios, Jesús era un hombre corpulento y de elevada estatura. En algún sitio se le nombra como el gigante de Galilea. Mediría en torno a 1,90 metros. Teniendo en cuenta que la talla media de un judío de la época era de aproximadamente 1,55 metros, debería de sobresalir por encima de sus coetáneos.
Cañero añade que “acostumbrado a trabajar con su padre en el taller de carpintería, más cercano a la construcción de casas que de muebles, y acostumbrado a caminar grandes distancias para sus desplazamientos, no es de extrañar que tuviera una fortaleza física extraordinaria. Según estas medidas, y pasándolas proporcionalmente a las tallas humanas de nuestros días, Jesucristo en el año 2000 debería de medir alrededor de 2,40 metros”.
El pueblo de Hornachuelos respondió masivamente al acto de inauguración, respondió a los actos de generosidad de este artista consagrado, de amplia trayectoria, para con su pueblo, tal como el alcalde Julián López, lo reseñó en sus palabras.
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